sábado, 28 de noviembre de 2015

SIMON BOLIVAR, PONE EN MONEDA A PANAMA Y, NICARAGUA.

Simón Bolivar. Un traidor a todo.


Simón Bolívar tenía la idea de ceder Panamá y Nicaragua, a Gran Bretaña, a cambio de ayuda militar para la independencia.

América, rinde orgullosa elogios al “libertador”, no hay país de América, que no tenga una estatua, un busto o una plaza dedicada a Simón Bolívar. 
Respetar nuestros muertos está muy bien; pero por otra parte esa misma América ha derribado las estatuas de Cristóbal Colón.
Inclusive en España, muchas ciudades dan un lugar especial al “libertador de América”, denominándolo “hijo predilecto”. 
Le admiramos, porque alguien, no sabemos quién, así lo quiso. Y le llamamos “libertador”, “Padre de la libertad”, “el hombre de América”, y venerado por los gobiernos nacionalistas.
Su famosa “carta de Jamaica”, está disponible en internet (por las JJSS de Venezuela), como una carta magna, incluso es tenida como “evangelio” para algunos; pero eso sí, el resto de su correspondencia, no se busque, porque no se encontrara. Como no se encontrara por ejemplo aquella carta suya dirigida a Carlos III, llenándole de halagos.
Toda su correspondencia fue recogida en doce volúmenes y publicados (entre 1929-1930) por el eminente venezolano Don. Vicente Lecuna, su gran biógrafo.
Es en el tomo I de esta serie documental (que nunca más ha visto la luz), en la página 143, aparece una carta de Bolívar expedida en Kingston (donde se encontraba “Voluntariamente” --cual avestruz escondiendo su cabeza-- exilado después de su gran fracaso bélico en Cartagena). Fechada el 19 de mayo de 1815 para un tal Maxwell Hyslop, un comerciante británico, en la que expone su plan de conseguir ayuda económica y armamento en Inglaterra para proseguir la guerra de independencia, que en esos momentos se encontraba en el punto más crítico por el empuje de numerosas fuerzas veteranas enviadas desde España bajo el mando del General Pablo Morillo, dominador prácticamente de todo el territorio continental de la América Hispana.

Dicen así unos párrafos de la aludida carta: Ya es tiempo, señor, y quizás es el último período en que la Inglaterra puede y debe tomar parte en la suerte de este inmenso hemisferio, que va a sucumbir, o a exterminarse si una nación poderosa no le presta su apoyo para sostenerlo en el desprendimiento en que se halla precipitado por su propia masa, por las vicisitudes de Europa y por las leyes eternas de la naturaleza”.

¡Quizás un ligero socorro en la presente crisis bastaría para impedir que la América meridional sufra devastaciones crueles!                                                                    ¡Quizás cuando la Inglaterra pretenda volver la vista hacia la América, no la encontrará!

Y ¿qué ganaría la Gran Bretaña en ello?

…”La Costa firme se salvaría con seis u ocho mil fusiles, municiones correspondientes y quinientos mil duros para pagar los primeros meses de la campaña.                                                                                                                                         Con estos socorros pone a cubierto el resto de la América del Sur y al mismo tiempo se puede entregar al gobierno británico las provincias de Panamá y Nicaragua, para que forme de estos países el centro de comercio del universo por medio de la apertura, de canales, que rompiendo los diques de uno y otro mar, acerquen las distancias más remotas y hagan permanentes el imperio de la Inglaterra sobre el comercio".

“He dicho ligeramente lo que me ha parecido convenir…”

Para conseguir ayuda británica, proponía vender Panamá y Nicaragua (todavía en aquella época bajo dominación española), a cambio “de treinta mil fusiles, un millón de libras esterlinas; veinte buques de guerra; municiones, algunos agentes y los voluntarios militares que quieran sumar”.
PORTOBELO (PANAMÁ)

En Panamá, Bolívar es considerado (por esta carta), precursor del actual canal (1), eso es cierto, pero, que ha nadie se le olvide que, antes que “precursor”, su interés radicaba en enajenar la América, vendiendo aquellas regiones consideradas “de segunda”, a Gran Bretaña, para conseguir financiación y así arrebatarle a España la América del Sur, con sus minas de plata.

(1): Un sueño de siglos: el Canal de Panamá, Celestino Arauz.                                         Historia de la comunicación interoceánica, Ernesto Castillero Reyes.

Martin Nieto

2 comentarios:

  1. Muy buen articulo, gracias. Eso si demuestra que Bolívar era un vendepatria.

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  2. esta tramoya es solo una entre muchas otras que el ególatra y antisocial tuvo en su repertorio de fechorías. Por eso los británicos promovieron el culto a Bolívar como una figura histórica; les conviene seguir administrando lo que le robaron a España.

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