martes, 30 de marzo de 2010

JESUCRISTO ES EL UNICO CAMINO

El mejor y único material que contamos para saber sobre la vida y pasión de Jesús son los evangelios, ya que contienen muchos datos biográficos y sólidos pero no son lo que hoy se conoce como relatos biográficos. La tarea principal de los evangelios, sin lugar a dudas es, dar testimonio de la buena nueva; que en la persona de Jesús se ha manifestado el amor del Padre para con nosotros los humanos. Dejando de lado muchos hechos históricos, pero subrayando su amor y el fruto de su sacrificio.

Desde el principio en el libro de Génesis se habla de Jesús  (aunque no en primera persona), y a lo largo de todos los libros que forman la Biblia el personaje principal es Jesús, es la resurrección, aunque algunos profetas llegaron a hablar del martirio, como lo hizo el Profeta Isaías:

“¡Miren¡ Mi siervo estará puesto en alto y ciertamente será elevado y ensalzado en gran manera al grado que muchos clavaran en Él sus ojos con asombro –tanto más fue la desfiguración en cuanto a su apariencia que la de cualquier otro hombre-”

De esta forma profetizada Isaías, pero de ahí en adelante cualquier otra revelación que Dios da a sus profetas es referente a la resurrección, solo Isaías nos habla de la flagelación, de cómo quedaría su apariencia después de sufrir en su propia carne el martirio que le llevo a la muerte, muerte injusta, pero, que en Él tomo sentido: murió para devolvernos lo que Adán perdió en el Edén.
Adán además de perder la autoridad, el derecho y, el dominio sobre la tierra, perdió el Espíritu Santo, El canal permanente de comunión constante con Dios.

Al Jesús morir, nos devolvió esa conexión directa con Dios  Padre, a través del Espíritu Santo. Como escribiría El apóstol San Pablo a la Iglesia de Galacia: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”


En estas fechas que deberían de ser de reflexión, quedaría demás escribir tantas cosas sobre la vida de nuestro Señor, solamente recordar que por su amor estamos vivos y en Él tenemos la esperanza de una vida mejor. La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.
También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. Con estas palabras Jesús consolaba a sus discípulos, según las palabras de San Juan.

Se que ahora sufrimos, lloramos, vivimos en un mundo donde reina la maldad, rodeados de egoísmo, personas que hoy te profesan amor, mañana te desprecian, muchas veces nos encontramos solos y vacíos, sin que nadie nos entienda y valore. Lloramos sin saber el porque, tenemos miedo a lo que nos deparara el futuro, miedo a que la muerte sea nuestra única escapatoria, porque ya no vivimos: sobrevivimos, en este mundo lleno de lágrimas.
Nos acostamos y no dormimos, despertamos y nos enfrentamos a nuestra más dura realidad: el vivir sin esperanza,
Trabajamos como esclavos, para que otros se beneficien del esfuerzo, sin poder quejarse, sin derecho a nada. Y así poder llevar un trozo de pan que humedecemos con lágrimas, y sollozos.
Pero sabemos que de todas estas cosas “nos librara el Señor”

Se que “muchas son las aflicciones del justo y que de todas ellas nos librara el Señor”, solo nos acordamos de Dios cuando estamos enfermos o sentimos próxima la muerte, no nos merecemos que Dios Padre nos llame a su diestra, hemos infringido todas las leyes, basta que se nos diga una cosa para que hagamos todo lo contrario, pero aun así de tal manera fue el amor de Dios Padre para con nosotros que dejo que su único Hijo muriera en la cruz para expiarnos de nuestros pecados.

Si me quedase con un versículo de los Evangelios, escogería aquel que dice: “Mi alma está triste hasta la muerte”, cuanto dolor sufrió Jesús por nosotros, viles pecadores. Todavía no lo puedo imaginar, sentirse próximo a su propia muerte, injusta, muerte que le fue ofrecida por nuestra culpa, muerte que llevo por nosotros. Como escribí antes no quería escribir hechos sobre la Pasión de Jesús, solo quería escribir de su amor y su bondad para con nosotros.

“Con misericordia y verdad, corrígenos de nuestros pecados;
Con tu temor apártanos del mal”.

Albert Martin Ayala

domingo, 28 de marzo de 2010

SEMANA SANTA EN ESPAÑA

FRANCO EL PROCER DE LA PATRIA

“Españoles. Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable juicio pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro, y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir…”


Han pasado más de tres décadas desde aquella mañana en la que Arias Navarro, visiblemente emocionado y conteniendo las lágrimas, leía el Testamento político de Franco, ante la mirada atenta de millones de españoles tras los televisores. Todavía hoy la efeméride de este fallecimiento aquel día 20 de Noviembre de 1975, sigue siendo para el pueblo español una ineludible fecha de memoria y reflexión.



Las misas que se ofician por su alma en muchas provincias, o los documentales y programas con los que las televisiones nos bombardean durante estos días, nos recuerda a todos en este trigésimo tercer aniversario de su muerte a la persona de Francisco Franco, quien opiniones aparte, es indiscutiblemente una figura clave para entender el siglo XX.



Malogrado poco a poco por la deriva política y sobre todo moral de los que tras él continuaron al frente del Estado, analizar sus valores y cualidades como persona o reconocer sus logros con objetividad no solo es un tema tabú, sino que cualquier intento de mención a día de hoy choca contra un muro de sordera generalizada, que pone en tela de juicio la supuesta libertad de expresión de la que dicen gozamos.



Su fidelidad a Cristo en el terreno personal fue máxima, y en el terreno social y legislativo su régimen fue muestra de ello. El mismo Papa Juan XXIII afirmó “Promulga leyes católicas, ayuda a la Iglesia, es un buen católico… ¿Qué más quieren?”



Franco era un hombre íntegro, humilde y trabajador, vivió en actitud de servicio alejado de las riquezas, trabajando a diario en su pequeño despacho hasta que murió como uno más, en una habitación de la Seguridad Social en el hospital La Paz de Madrid. Prueba de ello es que todos los intentos de etiquetar a Franco de opulento o ladrón, han sido vanos. William Thomas, renombrado historiador norteamericano decía “Franco es un hombre honrado y modesto que no ambicionó nunca el poder, un caballero fiel a Dios y a su Patria”.



No es momento efectivamente para vivir mirando al pasado. Un pasado que yo no viví, pero sobre el que no se me puede negar la libertad y el derecho a formarme una opinión. Pero un día al año de recuerdo, de oración o de sencillo reconocimiento, es justo. “No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta” decía Franco en sus últimas palabras “Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte. Arriba España. Viva España.”



Javier Tebas

jueves, 25 de marzo de 2010

MARCELLO PERA: GUERRA AL CRISTIANISMO

Fuente: Corriere della Sera, Milán, 17-03-2010

Esta guerra al cristianismo no sería tan peligrosa si los cristianos la advirtiesen

Por su especial interés damos a conocer una carta al director del periódico Corriere della Sera firmada por Marcello Pera. Pera es Senador de la República Italiana y profesor de filosofía, no es católico. Escribió diversos libros sobre la identidad cristiana de Europa, entre los que destacan: Senza radici, Pera, Marcello y Ratzinger, Joseph, Ed. Mondadori, Milano 2004; Perché dobbiamo dirci cristiani, Ed. Mondadori, Milano 2008, con prefacio del Papa Benedicto XVI.

Una agresión al Papa y a la democracia

Carta al director de Marcello Pera (Corriere della Sera, Milán, 17-03-2010, pag. 23). (Hemos resaltado algunos párrafos de la carta en negritas).

Estimado director:
La cuestión de los sacerdotes pedófilos u homosexuales desencadenada últimamente en Alemania tiene como objetivo al Papa. Pero se cometería un grave error si se pensase que el golpe no irá más allá, dada la enormidad temeraria de la iniciativa. Y se cometería un error aún más grave si se sostuviese que la cuestión finalmente se cerrará pronto como tantas otras similares. No es así. Está en curso una guerra. No precisamente contra la persona del Papa ya que, en este terreno, es imposible. Benedicto XVI ha sido convertido en invulnerable por su imagen, por su serenidad, su claridad, firmeza y doctrina. Basta su sonrisa mansa para desbaratar un ejército de adversarios.

No, la guerra es entre el laicismo y el cristianismo. Los laicistas saben bien que, si una mancha de fango llegase a la sotana blanca, se ensuciaría la Iglesia, y si fuera ensuciada la Iglesia lo sería también la religión cristiana. Por esto, los laicistas acompañan su campaña con preguntas del tipo «¿quién más llevará a sus hijos a la Iglesia?», o también «¿quién más mandará a sus chicos a una escuela católica?», o aún también «¿quién hará curar a sus pequeños en un hospital o una clínica católica?».

Hace pocos días una laicista ha dejado escapar la intención. Ha escrito: «La entidad de la difusión del abuso sexual de niños de parte de sacerdotes socava la misma legitimidad de la Iglesia católica como garante de la educación de los más pequeños». No importa que esta sentencia carezca de pruebas, porque se esconde cuidadosamente «la entidad de la difusión»: ¿uno por ciento de sacerdotes pedófilos?, ¿diez por ciento?, ¿todos? No importa ni siquiera que la sentencia carezca de lógica: bastaría sustituir «sacerdotes» con «maestros», o con «políticos», o con «periodistas» para «socavar la legitimidad» de la escuela pública, del parlamento o de la prensa. Lo que importa es la insinuación, incluso a costa de lo grosero del argumento: los sacerdotes son pedófilos, por tanto la Iglesia no tiene ninguna autoridad moral, por ende la educación católica es peligrosa, luego el cristianismo es un engaño y un peligro.

Esta guerra del laicismo contra el cristianismo es una batalla campal. Se debe llevar la memoria al nazismo y al comunismo para encontrar una similar. Cambian los medios, pero el fin es el mismo: hoy como ayer, lo que es necesario es la destrucción de la religión. Entonces Europa, pagó a esta furia destructora, el precio de la propia libertad. Es increíble que, sobre todo Alemania, mientras se golpea continuamente el pecho por el recuerdo de aquel precio que ella infligió a toda Europa, hoy, que ha vuelto a ser democrática, olvide y no comprenda que la misma democracia se perdería si se aniquilase el cristianismo.

La destrucción de la religión comportó, en ese momento, la destrucción de la razón. Hoy no comportará el triunfo de la razón laicista, sino otra barbarie. En el plano ético, es la barbarie de quien asesina a un feto porque su vida dañaría la «salud psíquica» de la madre. De quien dice que un embrión es un «grumo de células» bueno para experimentos. De quien asesina a un anciano porque no tiene más una familia que lo cuide.

De quien acelera el final de un hijo porque ya no está consciente y es incurable. De quien piensa que «progenitor A» y «progenitor B» es lo mismo que «padre» y «madre». De quien sostiene que la fe es como el coxis, un órgano que ya no participa en la evolución porque el hombre no tiene más necesidad de la cola y se mantiene erguido por sí mismo.

O también, para considerar el lado político de la guerra de los laicistas al cristianismo, la barbarie será la destrucción de Europa. Porque, abatido el cristianismo, queda el multiculturalismo, que sostiene que cada grupo tiene derecho a la propia cultura. El relativismo, que piensa que cada cultura es tan buena como cualquier otra. El pacifismo que niega que existe el mal.

Esta guerra al cristianismo no sería tan peligrosa si los cristianos la advirtiesen. En cambio, muchos de ellos participan de esa incomprensión. Son aquellos teólogos frustrados por la supremacía intelectual de Benedicto XVI. Aquellos obispos equívocos que sostienen que entrar en compromisos con la modernidad es el mejor modo de actualizar el mensaje cristiano. Aquellos cardenales en crisis de fe que comienzan a insinuar que el celibato de los sacerdotes no es un dogma y que tal vez sería mejor volver a pensarlo. Aquellos intelectuales católicos apocados que piensan que existe una «cuestión femenina» dentro de la Iglesia y un problema no resuelto entre cristianismo y sexualidad. Aquellas conferencias episcopales que equivocan en el orden del día y, mientras auspician la política de las fronteras abiertas a todos, no tienen el coraje de denunciar las agresiones que los cristianos sufren y las humillaciones que son obligados a padecer por ser todos, indiscriminadamente, llevados al banco de los acusados. O también aquellos embajadores venidos del Este, que exhiben un ministro de exteriores homosexual mientras atacan al Papa sobre cada argumento ético, o aquellos nacidos en el Oeste, que piensan que el Occidente debe ser «laico», es decir, anticristiano.

La guerra de los laicistas continuará, entre otros motivos porque un Papa como Benedicto XVI, que sonríe pero no retrocede un milímetro, la alimenta. Pero si se comprende por qué no cambia, entonces se asume la situación y no se espera el próximo golpe. Quien se limita solamente a solidarizarse con él es uno que ha entrado en el huerto de los olivos de noche y a escondidas, o quizás es uno que no ha entendido para qué está allí.
Marcello Pera
http://www.noticiasglobales.org

miércoles, 24 de marzo de 2010

ERA PEDRO EL GRANDE UN MONARCA CATALAN??


Gracia a los trabajos de restauración, en el monasterio de Santes Creus, últimamente se habla de Pedro el Grande; se ha descubierto que su tumba, permanece intacta (unas de las pocas en toda Europa), este descubrimiento se ha producido, por los trabajos de restauración del Museo de historia de Cataluña, coincidiendo con el 850 aniversario de dicho monumento funerario.

En realidad hasta aquí nada tiene de extraño. Pero los medios de comunicaciones, hablan del reciente hallazgo, refiriéndose a Pedro el grande "el monarca catalán" y que su reino se llamo "catalano-aragones".

Para explicar si esto es cierto, retrocederemos hasta el año 1137, año en que el Conde de Barcelona toma la regencia del Reino de Aragón.

El 11 de agosto del año de 1137, el Rey Ramiro II firmo en Barbastro un documento por el cual cedía a Ramón Berenguer IV el gobierno del reino (pero no la dignidad real), el rey y el conde aceptaron tales acuerdos y, Ramón Berenguer IV se casa con Petronila (infanta en aquel entonces, ya que contaba con 2 años de edad) y, Ramiro se retira al Monasterio de San Pedro el Viejo (Huesca).

La unión entre, Ramón Berenguer IV y Petronila, no fue la de Cataluña y Aragón, como suele repetirse; primero, porque no existía aún el nombre, ni la realidad completa de Cataluña; segundo, porque dentro del territorio Catalán convivían, junto al Condado de Barcelona, otros Condados independientes ( Rosellón, Ampurias, Urgel, Pallars Jussa, Pallars Subirá).

Ramón Berenguer IV, no utilizó, jamás el titulo de rey, ni tan siquiera después de efectuado el matrimonio con la Infanta Petronila (1151), o después de la muerte de Ramiro II (1154); adopto títulos como: Príncipe o Dominador de Aragón.

La verdad es que Ramiro cedió a Ramón Berenguer IV el reino, o sea la función real y el gobierno, pero no el título, ya que Ramiro no abdicó.  Conservo Él el titulo de Rey que, a su muerte (1154), heredo su hija Petronila. Como es sabido la costumbre Aragonesa vedaba el ejercicio de la función real a las mujeres, pero no la trasmisión del título real. Por ello, Petronila cedió el título de rey a su hijo Alfonso II  dos años después de la muerte de su esposo.

Los herederos de ramón Berenguer IV, adoptaron los títulos de “Rey de Aragón y Conde de Barcelona”, con lo cual el último título queda en segundo plano y prácticamente postergado (ello es una fuente de amargura para los historiadores nacionalistas).

Ramón Berenguer IV o sus antecesores,  pudieron, usar el título de rey, pero nunca el de Rey de Cataluña, palabra que aún no existía. Un conde de Barcelona sólo podía proclamarse Rey de Barcelona, aunque hubiera existido la palabra Cataluña, el Conde  de Barcelona no podía proclamarse Rey de Cataluña, porque como ya hemos dicho; el Condado de Barcelona no incluía todos los territorios Catalanes.

Por otra parte es de suponer que los Condes de Barcelona eran conscientes del problema jurídico que su decisión en tal sentido provocaría, dados los orígenes francos de dicho condado. Es de suponer que este fue el principal motivo que no aconsejó la unificación de Aragón y Cataluña.

Un condado tiene categoría inferior a un reino, por tal motivo no se podían unificar como un solo reino.

Respondiendo a la pregunta del titulo, la respuesta seria un NO, lo demás es lamentaciones estériles

Autor: Un inmigrante hispano que en tres años y, por su cuenta se ha convertido en un erudito sobre la Historia de España, corrigiendo textos y libros de historiadores. Si algun lector quiere preguntar acerca de nuestra Historia no dude en hacerlo que sera respondido. Anglada lo expulsaria cuando el no conoce ni la historia de su región. ¿Es justo eso? ¿Quien esta más integrado? 

INMIGRACION, EMIGRACION Y MADRE PATRIA

Todos los españoles nos sentimos orgullosos de haber descubierto America, lo que se creía eran las Indias. Como todas las colonizaciones, hubo sus excesos, pero desde un primer momento a los españoles les inquieto el trato que debían dar a los autóctonos.
Se formo el Consejo de Indias con tal de dar un trato humano y cristiano a los aborígenes recién conquistados. Su Majestad la reina Isabel, tres días antes de morir quiso plasmar y dar fe de su ultimo pensamiento ante esos nuevos hermanos, haciendo incluir en su testamento el ultimo texto: «Concedidas que nos fueron por la Santa Sede Apostólica las islas y la tierra firme del mar Océano, descubiertas y por descubrir, nuestra principal intención fue la de tratar de inducir a sus pueblos que abrazaran nuestra santa fe católica y enviar a aquellas tierras religiosos y otras personas doctas y temerosas de Dios para instruir a los habitantes en la fe y dotarlos de buenas costumbres poniendo en ello el celo debido; por ello suplico al Rey, mi señor, muy afectuosamente, y recomiendo y ordeno a mi hija la princesa y a su marido, el príncipe, que así lo hagan y cumplan y que éste sea su fin principal y que en él empleen mucha diligencia y que no consientan que los nativos y los habitantes de dichas tierras conquistadas y por conquistar sufran daño alguno en sus personas o bienes, sino que hagan lo necesario para que sean tratados con justicia y humanidad y que si sufrieren algún daño, lo repararen».
La expresión "madre patria", en idioma español, es especialmente popular en Hispanoamérica para referirse a España. En el período que abarca desde la llegada de los españoles a América y las primeras etapas del colonialismo, el término «madre patria» era empleado para referirse al territorio y la cultura española de la Península Ibérica. A pesar de la independencia de los pueblos en América y el drástico cambio del medioevo a la sociedad moderna, el término sigue siendo utilizado al referirse a España. (Wikipedia)
Cabe señalar que hasta los años setenta del siglo XX, España ha sido un país emisor de emigrantes. Se distingue dos grandes periodos de fuerte intensidad de este flujo. El primer periodo suele fijarse entre la década de los ochenta del siglo XIX y 1930. La segunda oleada se producirá entre los años cincuenta y mediados de los setenta del siglo pasado. Periodo en el que se produce el cambio de región prioritaria de los proyectos migratorios, que se dirigirán mayoritariamente hacia algunos países de Europa.
A su vez se produjeron emigraciones “económicas” a lo largo de todo el siglo XIX. Migraciones que continuarían en el siglo XX, con gran intensidad en algunos periodos. Hasta el año 1860 se calcula que salieron algo más de 200.000 emigrantes de España hacia América (fundamentalmente gallegos, canarios, asturianos y catalanes). Entre 1860 y 1969 abandonaron España cerca de 2.500.000 personas.
Esa emigración española por razones laborales a América tuvo su más importante cresta en los primeros años del siglo XX. Más de un millón de personas se lanzaron a “hacer las Américas” entre 1904 y 1913. La mayoría seguían siendo gallegos, canarios, asturianos y cántabros, deseosos de promoción social inalcanzable en regiones con fuertes excedentes de población rural. Estos emigrantes se establecieron fundamentalmente en Cuba, Argentina, Venezuela, Brasil y Uruguay. Hay que tener en cuenta que algo más de la mitad de los que partieron regresaron a España. Las migraciones masivas hacia América no solo procedieron de España. (melillense.info)
No hace falta decir que ante esas “invasiones” de españoles a Hispanoamérica. Nunca nos cerraron el paso. Incluso muchos llegaron a los puertos de las naciones hermanas con ni un solo documento de identidad, más indocumentados e ilegales que los hispanos que hoy recorren nuestras calles. Empezaron una nueva vida en esos países sin ninguna cortapisa, como el que cambia de región. Pudieron emplearse o iniciar un negocio sin impedimento alguno. Pudieron en todo momento atraer a sus familias sin ningún trámite de “reagrupamiento”. Sus crisis son crónicas en estos países y, no por ello dejaron de acogernos y mucho menos expulsarnos.
En los primeros años de la muerte del Caudillo, en las multitudinarias concentraciones del 20-N. en Madrid, había muchos hispanos enarbolando banderas de sus respectivos países y, eran especialmente acogidos con gozo por todos. D. Blas Piñar siempre iniciaba sus discursos con una alusión a los hijos de las naciones hermanas.
Franco siempre tuvo una deferencia hacia los países hispanos a los cuales estábamos muy estrechamente unidos. Tal es así que no rompió relaciones diplomáticas, ni comerciales ni se sumo al embargo con Cuba o después con el Chile de Allende, para no perjudicar a sus pueblos, pese que los regimenes le repugnaban.
Fue Argentina la primera en romper el aislacionismo que la comunidad internacional impuso a la España de Franco, con una ayuda que alimento a muchos estómagos españoles. Fue Chile el único país que acudió a las honras fúnebres del Caudillo con su Presidente y Jefe del Estado, general Pinochet al frente.
Mientras en nuestra Patria se reniega de todo lo español en varias regiones; como el idioma común y la fe católica, en nuestros países hermanos no hay una fisura en cuanto a que su idioma oficial es el español y su religión la católica.
De una década a esta parte. Quienes tenían más razones que nadie de dar buena acogida a esa oleada de inmigrantes hispanos, son los que se han convertido en sus verdugos. En vez de hacerles un sitio en sus filas para contrarrestar la invasión musulmana, se les vilipendia, insulta y quisieran arrojarlos al mar. Y, después aun se quejan de que arrojados a brazos de los independentistas, algunos agradezcan a quienes les acogen. Y, esos mismos luego el 12 de Octubre celebran el Día de la Hispanidad para mayor ignominia, hipocresía y falta de coherencia. Los nuevos ricos se vuelven olvidadizos y ni siquiera les tributan la reciprocidad por la acogida y el trato que recibieron nuestros ancestros.
Que hay bandas latinas, delincuentes y hasta zánganos de la estirpe hispana, no cabe duda. Que estos deben ser repudiados y expulsados es obvio. Pero la mayor parte de los inmigrantes de nuestras naciones hermanas, vienen a trabajar y aspiran a una vida mejor, como hicieron tantas generaciones de españoles. Que una banda de talibanes a estas alturas quiera impartir odio y expulsión a esa mayoría de hermanos, no es precisamente nada católico. Ese odio hacia quienes llevan nuestra misma sangre, apellidos, cultura y religión. Es algo que no va con la hidalguía española. Es más. Son ellos quienes deberían abandonar nuestro suelo patrio, porque ni siquiera se sienten hispanos. Miembros de un colectivo que en tiempos de los Austrias, con más altura de miras, los de aquí y los de allí mezclaron sus sangres y apellidos para hacer de todos una RAZA. Muchos de esos botarates metidos a caudillos y talibanes, pueden asistir a misa por el inmigración de sacerdotes hispanos, muchos templos no han cerrado por la feligresía de aquellos lares y, hoy y mañana necesitaran de esos braceros para realizar los trabajos que los autóctonos no quieren y, para poder cobrar sus pensiones. Con Felipe González alcanzamos una tasa de desempleo del 23% sin inmigrantes. Ahora con un 19% de desempleo, se quiere culpabilizar a quienes les ha alcanzado el mayor grado de paro, con lo que la tasa de nacionales en paro podría situarse en un 15%.
Tal y como pinta todo en esta España de las autonomías, las independencias, estatutos, la apostasía y corrupción. No sea que muchos tengan que emigrar hacia nuestros países hermanos y verse las caras de quienes fueron expulsados.

miércoles, 17 de marzo de 2010

DE HIPOCRITAS Y FARISEOS


La inmundicia lo copa todo. Como un virus se infiltra ante cualquier rendija. El sistema pudre por igual a sirios que troyanos. Al final todos los caminos van a parar al mismo callejón.
Unos se acusan a otros, pero al final tienen los mismos comportamientos. Se levantan “caudillos” con una voz que les determina a salvar el mundo. Se aprestan a resolver un problema y lo único que consiguen es crear de nuevos.
El sectarismo es la nota dominante. Ven en los demás los defectos que no quieren ver en ellos y su líder. Al que va ganando se le perdona todo. La gente siempre necesita estar cerca del poder, aunque sea ganado en mala lid. Pero llega un día que el engaño hace mella, se pierden votos y se cae en picado y, los sectarios abren los ojos y salen despavoridos en busca de un nuevo error. El género humano ha sido siempre igual. Hoy siguen multitudes y reciben a Jesús con vitores y palmas y a los cuatro días se cansan y lo cambian por Barrabas que es quien ven como ganador.
El género humano necesita de un líder o caudillo. Necesita sentirse arropado en un grupo o secta, por la cual pelearse. Casi nadie es capaz de sostener sus ideales en soledad. Nadie habla, ni escucha. ¡Impone! Hoy están aquí y mañana allí, cuando no en todos los sitios a la vez, aunque sean incompatibles.
Necesitan tener a mano la excusa a sus fracasos y frustraciones, buscando siempre a un enemigo al que culparle de todas sus desgracias. Quieren imponer sus leyes y formas de pensar, de la misma forma que rechazan a los contrarios.
Necesitan agredir y, nunca lo hacen con el fuerte, si no con el más débil, fruto de su cobardía y, encima se sienten valientes.
Cotillas como el que más, se va uno de un grupo y lo critican, y así sucesivamente hasta que solo quedan dos. Pero luego se reúnen otra vez y como si tal cosa, se toman unas cervezas.
Ya nada es lo que era. Católicos ultras que ni creen en Dios. Solo están para amonestar a los demás, con métodos y vocablos nada cristianos. La caridad no es precisamente su fuerte, si no más bien lo contrario. Su amor al prójimo es lo que les queda más alejado, haciendo de su hermano en Cristo su enemigo por el color de su piel o, seamos más realistas, por su pobreza. Que vivan las clases sociales. Eso si, para un coito en un burdel, puede ser lo más.
A lo largo de siglos hemos colonizado un continente, hemos mezclado sangre y apellidos, hemos entrado con lo puesto y sin papeles y, ninguno nos expulso. Celebramos la fiesta de la Hispanidad y por la noche el primero que se cruza se le da a la badana. Se les expulsa y repele aún rezando nuestras mismas doctrinas y en el mismo idioma, luego a misa como fariseos. Cuidado que esos países no apliquen la ley de reciprocidad que habría más en regresar que en salir. Cuidado también que en este país se están cambiando las tornas y en vez de receptor se esta volviendo  emisor. Cuidado porque ¿Quién cuidara de los ancianos padres que los hijos no quieren?. Cuidado porque ¿Quién pagara las pensiones?
Una cosa es rechazar a quienes quieren cambiar nuestras doctrinas, leyes y tradiciones. Y, otra cosa bien distinta es rechazar a quienes incluso nos pueden aportar y dar ejemplo.
Los pueblos son olvidadizos por naturaleza. El egoísmo ciega las mentes y perturba las acciones. No sea que quien juzga y condena este más cerca del pecado que el condenado. “No juzguéis y no seréis juzgados” “quien este limpio de pecado que tire la primera piedra” “tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber”….. hay mucho “talibán” suelto.
Lo que si tengo claro es que estos tiempos, el único alimento que no falta es el odio. Ya pocos están moralmente autorizados para dar lecciones a nadie, porque para ello se requiere un corazón limpio, un espíritu de grandeza y una altitud de miras. Se ha dejado la predicación por la condena “!Hipócrita! Primero extrae la viga de tu propio ojo, y entonces veras claramente como extraer la paja que esta en el ojo de tu hermano”. Hay un grupo en fb que reza asi: “por que el separatismo se considere un delito de alta traición”. Aplicarlo desde casa. Los caudillos nacen, no se hacen.
Despotricáis de vuestro monarca porque le acusáis de alta traición y no veis que amparáis la misma acción a un villano que eleváis en un trono. Vosotros miserables que no respetáis ni a los viejos. Vosotros que solo tenéis por blasón el culto al cuerpo y la fuerza. Vosotros que os embriagáis de poder. Vosotros que no conocéis el sacrificio por lo que decís luchar. Vosotros que habéis caído en el mismo bando y con las mismas armas con que queréis luchar.
El mundo ya no puede con tanto odio acumulado soportar. Os habéis alejado tanto de Jesucristo, que ya os habéis perdido en el camino. Un hombre pecador puede salvarse, pero un hombre sin corazón no! Ya no es posible tanta brutalidad. Es el todos contra todos, que diria Blas Piñar. Ni Dios que siempre esta con los suyos os reconoce. No puede ser discípulo quien solo imparte veneno.
“Por sus frutos los conoceris”. A los pueblos no los han movido nunca mas que los poetas y, ¡ay del que no sepa levantar, frente a la poesia que destruye, la poesia que promete! (José Antonio).


lunes, 15 de marzo de 2010

Don BLAS PIÑAR LOPEZ, EJEMPLO DE NUESTRA ESTIRPE



Corría por el año 1969, cuando casualmente cayo en mis manos uno de los primeros números de la Revista Fuerza Nueva. Me sentí tan identificado con su visión sobre la política española que, muy pronto me incorpore como delegado de la Revista, como así se denomina a quienes representábamos la línea de D. Blas Piñar. Conocí personalmente a Don Blas en ese mismo año y, allí nació una amistad que llegaría hasta nuestros días. Nos hemos ido encontrando en multitud de actos a lo ancho y largo de nuestra geografía nacional. Sin embargo esa amistad se fue estrechando a través de una relación epistolar.
Siempre que he tenido momentos bajos y, han sido muchos. He encontrado la comprensión del Jefe, amigo y camarada. Ni una sola carta ha quedado por responder, lo cual indica que es un hombre laborioso que sabe restar tiempo para cumplir en esos menesteres que no dan relevancia. No es el clásico jefe que solo actúa buscando popularidad. El en su despacho ha sabido como hombre sabio que es, dar alimento espiritual a quien lo ha necesitado.
He dicho bien. Don Blas es un hombre sabio. El que más de cuantos he conocido. Una persona que entra en el detalle y los gestos. Una persona con una capacidad de comprensión inimaginable. Una persona que fácilmente entrega su amistad más desinteresada. No tiene rencor alguno ya sea ante el abandono, deserción o las aventuras políticas de quienes se movieron en sus filas. Siempre ha recibido con los brazos abiertos a todos aquellos que en su día no se portaron bien precisamente.
Don Blas es sin ningún genero de dudas el mejor orador que ha tenido España desde la última mitad del siglo pasado. En ello coinciden amigos y enemigos. Pero la verdadera fuerza de sus palabras, proceden de lo más profundo de su alma, de la verdad y el conocimiento. Hombre de muy profundos estudios que era difícil, por no decir imposible poderle replicar. Sus aseveraciones, su firmeza y coraje le daban una merecida claridad. Don Blas, nunca tuvo que hacer uso de la mentira y el engaño para enfervorizar a las masas.
Don Blas fue el político que en la transición contaba con más afiliados y simpatizantes. El que congregaba a más multitudes. Sin embargo luego, el voto se lo entregaban a los enemigos, con aquello del voto útil que es lo más inútil. Y, así. Aplaudiéndolo con fervor y votando al contrario hemos llegado hasta el día de hoy. De haber dado el voto de los patriotas a ese líder sin igual, no cabe duda de que la situación de España seria en estos momentos muy distinta.
Don Blas es de una educación exquisita. Un hidalgo en el más amplio sentido de la palabra que con él se extingue la raza. Un hombre siempre discreto que no se ha prestado al circo de la democracia. Hombre que ha sido el centro de atención de millones de españoles, pero que ha sabido servir a las nobles causas de Dios y España, allí donde había riesgo. Recordemos el acto de San Sebastian donde hubo tiroteos. O el rezo de oraciones ante la puerta de un cine donde fue golpeado por la propia policía. El no estaba allí donde habían las cámaras, si no donde su recta conciencia le demandaba que debía estar.
Sacrifico su profesión y sus intereses particulares, por el servicio a las causas que defendía. No le importo que amigos y clientes se distanciaran por esos complejos cobardes. El seguía en su puesto con la dignidad bien alta, propio del que obra rectamente.
Don Blas Piñar López, ha sido sin dudar la persona más injustamente tratada, por propios y extraños. Me duele el alma confesarlo, que muchos de los que se llenaban la boca de patriotismo, al instante de depositar su voto lo abandonaron miserablemente. Eso me recuerda a  Jesús que las multitudes le seguían con entusiasmo y gozo en sus corazones, pero en el momento crucial donde se dilucidaba su propia existencia, era abandonado para aclamar la libertad de Barrabás. El hombre de las más elevadas lealtades, al final le pagaban con la traición. Incluso algunos. Años más tarde por intereses postizos y malsanos, buscaría el perdón de haberle conocido achacándolo a “que fue un pecado de juventud” y, ahora quien de su mano lo encumbrara, le importe poco unirse a la canalla, votando a favor del Estatuto, la selecciones catalanas y hasta los referéndums independentistas.
Don Blas Piñar llego al Congreso de los Diputados en una sola legislatura. Las demás veces perdió en buena lid. Nunca hizo el menor gesto que lo aupara al poder si con ello perdía su dignidad y sus principios. El nunca busco el poder por ambiciones personales y, muchísimo menos por una patología de ambición y codicia.
Don Blas Piñar ha sido el político más recto ha conocido nuestra nación. Sin concesión alguna de sus sólidas convicciones por una parcela de poder, ni por satisfacer su ego personal.
Don Blas Piñar, fue aupado por los acontecimientos en unos momentos cruciales de nuestra historia reciente. Lo mismo que abandonado por los suyos. Pero El siempre esta, donde ha estado desde la primera hora. Con esa visión clarividente que da la sabiduría, marcando el camino a seguir. Me imagino que habrá pasado horas amargas ante tantas decepciones. Pero jamás de sus labios ha brotado una palabra de agravio. Y, ahí sigue a sus noventa y un años, para donde se le llame para dar testimonio de su fe. Hombre de afectos que no de reproches, el nunca estuvo ni estará en discordia con los suyos.
Debe ser cruel escuchar de Manuel Fraga, un excamarada expresar en los medios de comunicación que “estaba más cerca de Carrillo que de Blas Piñar”. Debe ser tormentoso que tus excamaradas traidores y perjuros, te persigan y te multen por defender los intereses de Dios y la Patria. Debe ser muy duro reunir a dos millones de españoles en la Plaza de Oriente y que luego en las urnas le dieran la espalda. Pero un católico hasta los tuétanos como él, que solo ha servido para la gloria de Dios y España, le debe haber consolado que ante Dios no hay ningún héroe anónimo.
Me resulta doloroso que no haya tenido el apoyo de los “nuestros”, porque con ello, no solo han cometido una injusticia histórica contra él, si no contra todo lo que simbolizaba. Nuestra fe y nuestra Patria. Ahora cuando esa película de la Historia de España esta a punto de concluir, que nadie se lamente por lo que pudo haber hecho y no fue.
La situación actual es producto de la deslealtad y la ceguera. Y, mucho me temo que hasta que llegue el rotulo de FIN, seguirán empeñados en dar el voto inútil a los más oportunista e inútiles. Seguirán a esos pastores ciegos ávidos de poder y vanagloria, en vez de confiar a quienes no realizan escándalos.
Don Blas Piñar, es y ha sido en toda su trayectoria un hombre ejemplar, en el que se resumía y confluía todo lo mejor de nuestra estirpe y nuestros mejores hombres. Hombre que en todo momento a forma de profeta, se anticipaba a los acontecimientos y llamaba a arrebato. Todos tus peores presagios se han cumplido con creces. Nadie o casi nadie podrá excusarse. Todos o la mayoría tuvimos a un guía que no seguimos con la fe ciega que merecía.
Desde estas escondidas paginas de mi blog. Con orgullo quiero hacer patente el haberte seguido hasta día de hoy, y, manifestar mi sincera admiración y reconocimiento por cuanto ha hecho por las causas superiores. El mejor homenaje que un patriota y hombre de bien puede rendirle es votar a AES que conserva sus mejores esencias.
Don Blas Piñar López, hombre de bien, transparente, sin mancha alguna, de coraje y apasionado por lo que más ama. Es ese manantial donde brotan las fuentes genuinas de España sin duda alguna. Tu servicio no habrá sido estéril. Que viva muchos años más!!

EL SIGNO DE ESTOS TIEMPOS

Son tiempos que, como nunca han estado tan complicados. Antes todo estaba al alcance de la vista. Ahora que existen multitud de medios de comunicación y tecnologías punta que se puede dar una vuelta al mundo en tiempo real. Ahora es cuando el ser humano esta más desinformado, desorientado, confuso y engañado.
Antes una guerra se libraba en los campos de batalla, con los bandos combatientes perfectamente identificados. Ahora las guerras se libran en las calles, en las escuelas, en el trabajo, en los barrios y hasta en la misma escalera. Ahora ya no se distinguen ni quienes son los buenos ni quienes son los malos. Las guerras son silenciosas y no tienen ningún frente. Si se hiciera un análisis profundo, podríamos decir que todos estamos en guerra. Se están desarrollando guerras que ni en las calenturientas cabezas de novelistas y guionistas, elucubrarian ni en sueños. Esposos contra esposos, hijos contra padres, alumnos contra maestros, pacientes contra doctores, feligreses y religiosos-as contra la propia Iglesia. Y todas esas guerras se diseñan e impulsan desde despachos. De esos despachos que se han propuesto esa guerra del “todos contra todos”.
Aquellos que se proclamaban “pacifistas” en la práctica resultan ser los más violentos y guerreros. Cuando les interesa se escandalizan por una guerra declarada como la de Irak, pero son los mismos que callan y apoyan esas guerras africanas de nunca acabar. Son los que se estremecen por los cien mil muertos de Irak y, sin embargo esa cifra de muertos la exigen como derecho cada año con el aborto. Son los que simpatizan con el terrorismo de su pelaje e ideología y, luego llaman genocida a quienes les juzga.
Las guerras son innumerables. Las vemos cada día en esos programas de televisión basura, donde los desaprensivos de la cadena, los contertulios que se erigen como un alto tribunal que juzga y condena a su antojo, los delatores calumniadores que previo pago, son capaces de arruinar la vida y la honra de una persona, destruir una familia y llevar a la ruina y suicidio a personas de bien.
Hay las guerras entre los partidos políticos. Estas son sin cuartel. A todas horas y en todos los medios. Imparten la mentira y la repiten hasta la saciedad con la única finalidad de crear adeptos y desafectos al contrario. No hay límites para conseguir estos objetivos.
Hay guerras en los propios partidos y, al final se impone el que menos escrúpulos tiene, el que más zancadillas y dossieres infringe al rival.
La lista se haría interminable. Pero hay una que esta dentro de todas las guerras. La guerra de las palabras. Al execrable crimen del más inocente, se le denomina “interrupción voluntaria del embarazo” cuando su denominación es el aborto. Llamar misión de paz a un bando combatiente. Denunciar golpismo a quienes solo hicieron que defenderse de una guerra que no empezaron ellos. Memoria histórica o reconciliación en boca de los violentos que buscan la revancha y el enfrentamiento.
Nunca el mundo había vivido una guerra mundial como la que se esta librando ahora. Una guerra silenciosa que alcanza hasta el último confín de la tierra. Nunca el mundo había conseguido que diariamente muriese más gente por violencia. En cualquier calle, cualquier escalera o vivienda a cada momento se libra una guerra de la cual cae una victima. Los niños de la guerra se encuentran entre las aulas, solo que es noticia cuando las victimas son múltiples.
Esas guerras silenciosas, van en aumento cada día, porque jamás la humanidad, los pueblos, habían estado regidos por personajes nacidos en esas guerras. Gente que nació entre la violencia de un sistema corrupto y corruptor y, se fue entrenando y forjando en la escuela de la violencia que es un partido político o una organización sindical. Aquella saga de violentos del mayo Frances ya no están en el poder, han dejado paso a sus hijos que no han conocido otra cosa. Así que el mundo esta irremediablemente perdido. Ni siquiera tienen el referente de una Iglesia que esta en guerra contra si misma.
Y como  quienes mueven los hilos del mundo, no dejan ningún cabo suelto. Aparte de la guerra psicológica en Internet, inventaron las “redes sociales” para amordazar a aquellas personas que podían estar libres de contaminación. En esas redes descargan toda su rabia y su furia, en vez de hacerlo en la calle y, como a esos crios que les ponen una mesita con cuatro folios y lápices de colores para que no molesten, ellos se acuestan cada noche dejando cuatro comentarios y gritos de ritual, con los que poder acostarse con la conciencia de haber hecho un acto heroico. Así lo poco bueno queda aislado y alejado de la opinión pública y de toda acción política practica. Ya son legión los patriotas cibernéticos. Mientras el enemigo ha ganado todas las guerras.

martes, 2 de marzo de 2010

EMPRESARIOS Y TRABAJADORES, ENTRE EL EJEMPLO Y LA VILLANIA


Digan lo que digan, la tasa real de paro se debe situar por encima de los seis millones de personas. Es una cifra de postguerra. Más luego una buena cifra de empleados a tiempo parcial, con contratos basura, sin sueldo, ni pagas extra, ni vacaciones. Vamos… trabajando como en los antiguos algodonares. Y, no estamos hablando de inmigrantes explotados, si no de nacionales. Gente que trabaja solo para ganarse la cebada. Y, hay empresarios y directivos sin escrúpulos que ya ni siquiera contratan, si no que subcontratan a esos nuevos esclavos.
Se han perdido todos los derechos y conquistas sociales que se adquirieron durante el franquismo. La derechona lamenta esas conquistas sociales y, reprocha al antiguo Régimen de ser el más "socialista" que hubo en el mundo.
Cuando un empleado halla un contrato de quince días, unas semanas o unos pocos meses. Sabe anticipadamente que no van a valorar su potencial humano por mucho que se esmere y se sacrifique por la empresa. Es solo un número que pasara sin pena ni gloria en el puesto y cuando llegue el día de vencimiento de su contrato, no habrá merito alguno por el cuál le renueven y mucho menos lo hagan fijo. Aunque ahora eso de fijo es un decir, porque igualmente pueden despedirle.
Con ello se pierde todo interés en cumplir y prestar el mejor servicio. Al final tendrá la misma suerte que el vago. Eso comporta que vayas a donde vayas, un dependiente (por ejemplo) te atienda desganado y lo único que busca es deshacerse del cliente lo antes posible. Aparte de que su formación para el puesto casi siempre es muy deplorable.
Antes el que un trabajador hubiese pasado por unas pocas empresas era un demerito. Ahora es lo clásico. Jóvenes con treinta años que se han pasado cinco años en diversos trabajos y el resto repartiendo curriculum y presentándose a entrevistas. Lo cual es todo un pico para el sufrido demandante de empleo que, ya no solo perderá una parte importante de su vida buscando trabajo, si no gastando folios y tinta de la impresora, más desplazamientos, más tendrá que hacer un receso para beber.
En el antiguo Régimen. Todo funcionaba distinto al de ahora y de ahí que, pese a haber sufrido un endémico retraso con respecto a otros países del entorno, pese a haber pasado una Republica que empeoro más la situación y, pese a una cruenta guerra de tres años. En menos de treinta años, España se sitúo en la novena potencia mundial. Aquí había unas leyes que –reitero- eran las más avanzadas del mundo entero en cuanto a proteger los derechos y la dignidad del trabajador. Pero si eso fuese poco. Los empleados más preparados y capaces, siempre sus salarios y devengos superaban los que establecía la ley. El dueño valoraba la capacidad de cada uno de sus empleados y, en muchas ocasiones un empleado aventajado, un simple dependiente otra empresa le hacia ofertas superiores y, se lo sacaban de las manos. Con lo cuál el trabajador esta incentivado. Lo contrario de ahora.
Por otra parte, antes las empresas eran propiedad de nativos. Los dueños eran los primeros en llegar a la fabrica o el comercio y enfundarse el uniforme o la ropa de trabajo y el último en irse. Así tenia una percepción real de todos sus empleados y podía establecer esos incentivos a los más productivos, aparte de inyectar moral entre sus trabajadores. El dueño era la persona cercana a la que el empleado podía transmitir no solo ideas nuevas, mejoras en la producción, si no hacerle participe de sus penurias personales. El dueño así, era la primera persona en ofrecer su ayuda al empleado que sufría un infortunio. Ahora asi un empleado se este muriendo, cuidara muy mucho de que se entere el dueño o el gerente, porque no solo no hallara ayuda, si no que lo más normal es que encima lo despidan.
 A mi me gusta ilustrar mis comentarios con hechos reales, para que no se tomen como demagogia. En Manresa hubo un empresario ejemplar que dio trabajo a miles de personas en distintas factorías de la ciudad. Fue de las primera en ofrecer el clásico lote de Navidad a todos sus empleados. Por el día de todos los santos, una botella de mistela y los tradicionales “panellets” que son unos dulces típicos de Cataluña. Recuerdo que incluso regalaba piezas de ropa. Mi padre que era peón de la fundición, era uno de los beneficiados. Así que de muy joven con esa tela me hicieron un traje igual que el que usaba el dueño siempre. Recuerdo el apellido que llevaba como nombre todas sus empresas. Carreras. Lo que más me impacto es que durante mi niñez, recibía los Reyes de la empresa. En un amplio comercio de su propiedad que se denominaba “Cal Fontordera”, comercializaba las telas que tejían sus fábricas. Pues allí cada año se instalaba un monumental trono con los tres Reyes Magos y sus correspondientes pajes. Recuerdo como si fuese ayer que, el Sr. Carreras a cierta distancia del trono, se sentaba en una simple silla de madera color caoba. El con su traje del mismo tejido que el de sus trabajadores, con unas alpargatas de atar y, un caliqueño en la boca (el caliqueño era una especie de purito de muy fuerte olor y que en aquella época fumaban los trabajadores). Se le caía la baba de ver a los hijos de sus empleados con la cara de sorpresa y alegría recibiendo sus regalos. Nos entregaban unos paquetes envueltos en papel de estraza y atados con cordeles que abultaban más que el chaval. Los padres les costaba Dios y ayuda llegar a casa con tamaños paquetes. Ya en casa era el delirio desatar y romper el papel, con la ilusión de que habría dentro. Eran muchos los juguetes y esplendidos todos ellos, nada que envidiar a los niños ricos. Eso, al menos en mi me produjo un impacto que veía a aquel buen hombre como si fuese mi abuelo. Su cara de satisfacción la tengo grabada a  sangre y fuego. Creo que Manresa ha sido muy injusta ante ese empresario ejemplar que hasta la fecha ningún otro le ha llegado a su altura moral.
Mi tío Roberto, trabajaba en una de sus fábricas, llamada de blanqueo. El pobre hombre tuvo el tétanos y por un error en el diagnostico del primer medico, no se llego a tiempo y falleció ese padrazo que era mi tío. Pero en cuanto el Sr. Carreras tuvo conocimiento de su situación, le puso los mejores doctores del momento y, una habitación de pago que costeo de su bolsillo. Además ayudo a su esposa e hijos en los primeros momentos hasta que no cobraron las pensiones de viudedad y orfandad.
Ese era el clásico empresario catalán de la época. El primero en llegar y el ultimo en cerrar. Que se manchaban de grasa o se llenaban de pelusa. Trabajaban como uno más. Esos fueron los hombres que hicieron grande a Catalunya. Hoy es más bien lo contrario. Los jefes solo piensan en enriquecerse, apenas si se les ve en las empresas, ellos tan ocupados con sus grandes coches, sus ropas de marca y ocupándose de las bellas acompañantes. Si pueden robarle al trabajador lo hacen cuanto pueden, les putean para que así trabajen con más desgana y no hace falta decir que son inasequibles e insensibles a cuantos infortunios puedan sufrir sus empleados. El buen empresario y jefe nunca desprecia ni menos valora la opinión del más humilde de los colaboradores. Al contrario, valora todas las aportaciones y corresponde a la lealtad de los suyos. Nuncá se puede desdeñar a ningun inferior, maxime si es esforzado y esta fundido con la empresa.
Los sindicatos verticales siempre que era posible apoyaban al trabajador. Eso era una espina que llevaban clavada los malos empresarios. Ahora los sindicatos que viven de nuestros impuestos, si requieres de ellos aún te cobran y, casi nunca resuelven nada. Allí donde deberían estar ni aparecen. Solo están allí donde hay cámaras y prensa. Hemos perdido toda la dignidad que teníamos los trabajadores, todas las conquistas sociales. Y, han conseguido lo que nunca que los trabajadores estemos enfrentados e incapaces de unirnos ante las más escandalosas injusticias.
Con todo este panorama. Se ha conseguido una masa uniforme de trabajadores, sin aliciente alguno, sin identificación con la empresa, sin especialización alguna y, tratando de pasar los días de la forma más cómoda hasta recibir el finiquito que le esta esperando. Si alguno a pesar de las horribles condiciones a las que esta sometido, por su carácter y forma de ser, cumple con celo en su trabajo, no solo se ganara la enemistad y el conflicto con sus compañeros, si no el de los propios jefes que lo verán hasta como un competidor. Se ha llegado a tales extremos que ha aparecido una figura nueva en el trabajo, el “mobbing” o acoso laboral que ha destrozado la salud de muchos trabajadores y, hasta en muchos casos el suicidio.
En este país, un trabajador para sobrevivir tiene que ser gris, mediocre, incluso mejor malo y chivato. Todo menos eficiente y honrado. Así que no hay quien nos pueda sacar de esta crisis. En los mejores tiempos hemos gozado de un 8% de tasa de paro, índice que en los países del entorno solo han alcanzado en esta crisis.
Vaya aquí mi admiración hacia muchos pequeños empresarios que se han jugado su patrimonio en sus empresas. Jefes que han sabido y saben tratar a sus empleados con dignidad. Dueños que han sabido dar ejemplo de trabajo. A todos aquellos que con su conducta humana han hecho del trabajo una forma digna de vivir.
Foto del rey:http://www.rafaelcastillejo.com/

lunes, 1 de marzo de 2010

LA CRISIS LLEGA A SU FIN


Este es mi blog y no soy uno más de los memos que pretenden convertirlo en una especie de periódico virtual. Uno de los principales defectos que encuentro en los blogs es que están carentes de sinceridad. Aquí todo el mundo hasta el más muerto de hambre, quiere aparentar lo que no es. Estamos en una sociedad enferma y acomplejada. Ya nadie se lamenta por nada. Cada cuál oculta sus miserias que son muchas y, tratar de impresionar. Yo paso del que dicen o el que dirán y, no tengo porque callarme. Total para lo que me queda de estar en este miserable y ruinoso mundo. Al menos que cada cuál reciba el tratamiento que se merece.
Quizás mi fe en el Altísimo es más grande de lo que yo mismo pienso. Porque tengo muy claro que al final, como todo el mundo, en polvo voy a acabar. Cosa que es evidente de que la mayoría olvida. La gente explota, roba, estafa para tener más, para sentirse alguien ya que en su fuero interno se sabe una piltrafa. Ya es una epidemia el querer ser por lo que se es capaz de acumular. A eso se ha reducido el género humano. Y, para ello no hay límite. Hoy ya no se roba para vivir, si no para hacer ostentación. Hay una autentica competición por ver quien puede presumir de más y, para ello no hay limite para expoliar y sangrar a los más pobres.
Aquí y ahora hay mucha gente que escribe de oídas. Y, por mucho que se domine el teclado no es lo mismo, narrar una tragedia ajena que propia. A mi no me importa hablar por mis propias experiencias. Al contrario. Eso da legitimidad a mis comentarios. Muchos de mis post están escritos a la medida de mis experiencias. No me importa el número de lectores que pueda tener. Como si no hay ninguno. Para mi lo importante es, que al menos quede escrito que hay alguien que no traga con lo políticamente correcto. Yo lo he perdido todo y, mi dignidad no esta en venta. Agradezco los emails que recibo desde distintos puntos del mundo que, me animan a seguir en esa línea y que al menos no estoy solo en esa visión apocalíptica de la vida.
Antes no existían las asistentes sociales, ni las malditas ong y, el mundo iba infinitamente mejor. Antes cualquier vecino, sus asuntos personales los resolvía en plena calle hablando con su alcalde, concejales o el pastor de la Iglesia. Ahora estos solo se reservan para atender a los ricos y poderosos. Delegan en unas funcionarias y ong que con el presupuesto que manejan, si no existieran resolverían muchos problemas. Mejor seria no tener que pagar vía impuestos a esa gente y con ello mucha gente no caería en la pobreza. Porque la realidad es que no es que no resuelvan nada, si no que incrementan el problema. Un 70% de los ingresos que reciben las ong, van dedicados a gastos de directivos, alquileres, viajes, dietas, etc. Con ese dinero que se pierde en el camino quizás, si fuese directamente a los necesitados, se empezaría a reducir el número de pobres. Pero hay gente que ha visto en los pobres un negocio. Por eso cada vez el problema en vez de resolverlo se multiplica. Por lo mismo las asistentas sociales que, por norma suelen ser las personas menos sensibles, educadas y que menos se implican con el sufrimiento ajeno.
Lo mismo diría de los políticos que ellos crean el problema y luego se postulan como parte de la solución.
De todas formas vivimos en una sociedad enferma. Leí hace una década en la prensa que, el 45% de los españoles a lo largo de su vida sufriría una enfermedad mental. No estoy de acuerdo. La cifra es mucho más alta y, además esas patologías son crónicas.
El sistema produce tarados en cantidades industriales. El mundo esta en manos de cuatro psicópatas y, esos conducen a los pueblos a tales e ingentes desesperaciones que no hay mortal que los resista. Ese sistema llamado democracia que solo tiene el nombre. Han hecho que el mundo se inhabitable. En unas pocas décadas han querido dar un vuelco a lo que tradicionalmente eran normas de vida. En unas pocas décadas se ha impuesto un cambio más radical que desde que el hombre piso este planeta. Es imposible que se pueda metabolizar tanto cambio en tan poco espacio de tiempo. El consciente puede asimilarlo, pero el subconsciente y los genes, necesitarían siglos para engullir tantos cambios. Se ha creado un mundo que no es apto para los humanos y, el fuero interno de las masas se rebela contra ello. Ahí tenemos que la mayoría de parejas no se aguantan cuatro días, los hijos han perdido el respeto por los padres y es escandalosa la cifra de estos que sufren malos tratos por parte de estos. Se ha llegado a lo más vil del ser humano cuando el aborto en vez de penalizarse como el crimen más vil, porque la victima es la más indefensa e inocente, se ha convertido en un derecho. Y, quienes promulgan leyes que nos convierten en bárbaros, ni siquiera tienen capacidad para analizar las consecuencias que ello nos traerá, la más notable será que no habrá para pensiones, puesto que habrá más gente a cobrar que a cotizar. En esas horas de locura colectiva, las mentes perversas de quienes nos rigen solo hacen que dictar leyes enloquecedoras. Ayer, un hombre moría en compañía de la pareja, los hijos, en su hogar, su lugar de nacimiento y, en la empresa de toda la vida. Ahora una persona todo lo tiene en el aire. Nada es permanente y seguro.
Un joven empezara su andadura por la vida y quizás haya visto que varios han sido sus padres o madres, que tenga hermanastros de diferentes padres y hasta de razas, por el maldito divorcio. Crecerá no al calor de una madre amorosa, si no en esas consignas llamadas guarderías que como una maleta se deja junto a muchas otras, con gente extraña que le inculcara ideas, sentimientos y le forjara un carácter distinto a la familia a la que pertenece. Empezara a crecer y se encontrara solo en casa, sin más hermanos que una tv, una videoconsola o un pc. Empezara a estudiar y los centros de enseñanza se convertirán en sus forjadores, le someterán a doctrinas extrañas para encauzarle como un miembro más de un rebaño. Llegara la hora de buscarse un empleo y, ahí se encontrara que se deberá someter a una ett que hoy lo mandara a hacer poleas, al cabo de quince días a despellejar pollos, al mes siguiente a cardar lana. Empezara un largo peregrinaje de trabajos y empresas que no tendrá ni tiempo de asimilar. Hoy trabajara en su lugar de residencia y al final acabara en otro continente con costumbres extrañas. Llegara a los 35 y se habrá hecho viejo en la vida laboral, sin llegar a profesionalizarse en nada y en su curriculum la lista de empleos requerirá folios. Otro tanto le sucederá con la vivienda en cuanto deje el nido familiar. Hoy compartiendo un piso con extraños y, mañana en otros, ninguno llegara a ser su nido, porque ira de contrato en contrato y, el final será su hogar la calle. Se vera casado, separado, divorciado, juntado infinidad de veces y, cuando más necesite de una pareja para sus cuidados se hallara sumido en la más completa soledad. Envejecerá de mala manera y con suerte, mucha suerte acabara sus días en una residencia que en muchos casos será tratado con asco. La sanidad pública lo atenderá por beneficencia tras largas esperas en las que muchos perderán sus vidas, porque el acceso a la sanidad solo será asequible a quienes puedan permitirse un seguro privado. Eso sí, llegado el momento del traspaso, alguien lo recogerá y le dará sepultura, aunque solo sea por razones higiénicas.
Esa sociedad tan envilecida que no premia a los mejores, no puede sobrevivir. El vago recibe el mismo trato que el trabajador cumplidor, honesto y honrado y, cuando se de cuenta de que no es rentable se volverá vago. La explotación y la esclavitud cada día más se da en nuestro sistema. Ya no hace falta el látigo como en los algodonares. Un trabajador esta peor tratado y valorado que la maquina de grapar.
Ya el trabajador ocupa el espacio de los explotados burros de carga. Ya no será tratado como una persona con sentimientos y portador de valores humanos. En cuanto un día tengo 40 de fiebre se le echa del trabajo sin piedad, mientras que a una maquina se la repara. El trabajador que no se le dará ni para cubrir sus necesidades más perentorias, morirá y habrá cien famélicos dispuestos a cubrir la plaza de animal.
Hay mucha gente que vive aislada, pensando solo en enriquecerse y que ni siquiera adivina a pensar en la tragedia humana. Pero en cuanto escuchas esos programas nocturnos de radio, te sitúas frente a esa barbarie que aflige a nuestro planeta. En cuanto observas solamente la escalera de vecinos, lo que fue y lo que es. Para quienes aún tuvimos la suerte de vivir otros tiempos, no se nos puede ocultar que ya la humanidad ha dejado de ser civilizada. Se cumple aquello de que    “llegara un día que estaremos ante una tumba y sentiremos envidia del que esta sepultado”, tal es el hedor que se respira.
Este es el sistema democrático. El más inmoral y vil de todos cuantos se han conocido. Pero tanta inmoralidad acabara devorando en sus propios vómitos a quienes se han beneficiado de ello.
Dirigentes, políticos, ricos, explotadores, hijos del príncipe de la tinieblas…. Aprovecharos que ya os queda poco. No encontrareis un refugio donde poneros a salvo de la ira de Dios. Vuestros días están contados.