sábado, 4 de abril de 2020

PREDICANDO EN EL DESIERTO


TIENE BEMOLES QUE A ESTAS ALTURAS DE MI VIDA Y SIN SER CONSAGRADO TENGA QUE DAR SERMONES, DISCURSOS Y ARENGAS.

DEL CORONAVIRUS NO VAMOS A SALIR REFORZADOS EN NADA. TODO LO CONTRARIO.
El padre Ángel Garcia que venia a ofrecer las misas por Franco y José Antonio. En la basílica nos cortaron hasta la luz para que no hablara de los monseñores.
No tengo ningunas ganas de escribir nada. Yo no tengo ningún interés personal. Lo único que consigo es crearme enemigos. Pero hay una fuerza interior que me hace seguir “predicando” en el desierto. Soy la antítesis de los triunfadores en esas horas de oscuridad.

Lo mio no es escribir y menos a esta edad. Tampoco tengo necesidad de desahogarme públicamente. Tengo unos vecinos y un grupo que ahora no podemos reunirnos. Pero todos se ofrecen para lo que haga falta. Tengo familia y amigos de tierras hermanas que nos vemos y hablamos por wasap y quedo satisfecho espiritualmente. De las redes sociales tengo muy buenos amigos que estamos en contacto. No puedo pedir mas. Hasta mi gata tiene como amiga a una perrita cuyo “padre” es un pan bendito. Soy sincero. Espiritualmente nunca estuve mejor servido. No necesito ser rico, con lo que tengo soy feliz. Ambición de poder ¿para que?. No se lo que es eso. Las cosas tienen que rodar solas. Llegue muy alto y nadie podrá decir que me ensoberbeciera. Todo ello cuando sentirte admirado tenia valor. Así que no tengo razón alguna para cambiar. Me puedo permitir el lujo de arrimarme al toro, cual Manolete y soltar lo que brota de mi espíritu libre.

En estos días del coronavirus no escucho mas que memeces. Creo que muy pocas personas somos conscientes de lo que esta sucediendo. Y la sociedad en vez de analizar lo que le esta pasando. Siguen erre que erre en jugar a ser dioses. A cada momento escucho decir que de esta vamos a salir “reforzados”. No he visto ni que el papa haya hecho un análisis de la situación y haya implorado a su grey que pongan a Dios en el centro de sus vidas. Estamos confinados, no podemos hacer acercamientos humanos, las familias seguirán desestructuradas. Para esta sociedad, volver a la normalidad, es volver a la anormalidad. Porque por poco observador que se sea. Todo funciona al revés.

La “normalidad” seguirá siendo asesinando a los niños en el vientre de sus madres. Confinar a los abuelos en residencias. En que lo gay sea un orgullo. Profundizar en la masculinidad de la mujer y el afeminamiento del varón. Se empezó con los pendientes y ahora ya llevan moño como nuestras tatarabuelas, se pintan las uñas de negro da grima verlos. El papa es la mama y la mama es el padre. Los hijos prostituyéndose para drogarse, el móvil y la ropa de marca.

Normalidad es seguir padeciendo el sistema más inmoral de todos, la “democracia” que llevaron a la decadencia de Grecia. Seguir con una constitución creada en forma de biblia laica. Ir a votar hasta la extenuación porque ahora ya no salen los números. Seguir con esas sectas destructivas que son los partidos políticos, las tribus de antaño. Lo haremos todo menos dejarnos legislar según la Verdad Revelada. Adorar a esos miserables que nos enfrentan unos con otros y arraigan en nuestras almas la maldad, odio, resentimientos en pro de sus enfermizas mentes delirantes de codicia y poder.

No nos habíamos recuperado de la crisis del 2008 que ya tenemos o
tra más grave, como nunca se vio. Tenemos una sociedad envilecida hasta el extremo y entre la necesidad y los vicios la delincuencia se ha apoderado de las calles. Eso no lo arregla ningún político porque son parte del problema. Son aves de carroña, que cuanto peor le va a su pueblo, mejor para ellos. Los maldigo a todos por igual. No aportan nada bueno y se burlan de sus propios sectarios, despreciando las vidas de los mismos. El día 8 de Marzo TODOS se echaron a la calle o se metieron en un estadio. Estamos cosechando la mala cabeza de ser devotos de estas alimañas.
Transmisión del corona-virus en vivo y directo.




CULPABLES DE MILES DE MUERTOS!!! Sin paliativos.

1 comentario:

  1. Cuánta sabiduría hay en tus palabras Emilio! Cuánta ignorancia colectiva hay en la sociedad actual! Al menos en la occidental.

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