Este es mi blog y no soy uno más de los memos que pretenden convertirlo en una especie de periódico virtual. Uno de los principales defectos que encuentro en los blogs es que están carentes de sinceridad. Aquí todo el mundo hasta el más muerto de hambre, quiere aparentar lo que no es. Estamos en una sociedad enferma y acomplejada. Ya nadie se lamenta por nada. Cada cuál oculta sus miserias que son muchas y, tratar de impresionar. Yo paso del que dicen o el que dirán y, no tengo porque callarme. Total para lo que me queda de estar en este miserable y ruinoso mundo. Al menos que cada cuál reciba el tratamiento que se merece.
Quizás mi fe en el Altísimo es más grande de lo que yo mismo pienso. Porque tengo muy claro que al final, como todo el mundo, en polvo voy a acabar. Cosa que es evidente de que la mayoría olvida. La gente explota, roba, estafa para tener más, para sentirse alguien ya que en su fuero interno se sabe una piltrafa. Ya es una epidemia el querer ser por lo que se es capaz de acumular. A eso se ha reducido el género humano. Y, para ello no hay límite. Hoy ya no se roba para vivir, si no para hacer ostentación. Hay una autentica competición por ver quien puede presumir de más y, para ello no hay limite para expoliar y sangrar a los más pobres.
Aquí y ahora hay mucha gente que escribe de oídas. Y, por mucho que se domine el teclado no es lo mismo, narrar una tragedia ajena que propia. A mi no me importa hablar por mis propias experiencias. Al contrario. Eso da legitimidad a mis comentarios. Muchos de mis post están escritos a la medida de mis experiencias. No me importa el número de lectores que pueda tener. Como si no hay ninguno. Para mi lo importante es, que al menos quede escrito que hay alguien que no traga con lo políticamente correcto. Yo lo he perdido todo y, mi dignidad no esta en venta. Agradezco los emails que recibo desde distintos puntos del mundo que, me animan a seguir en esa línea y que al menos no estoy solo en esa visión apocalíptica de la vida.
Antes no existían las asistentes sociales, ni las malditas ong y, el mundo iba infinitamente mejor. Antes cualquier vecino, sus asuntos personales los resolvía en plena calle hablando con su alcalde, concejales o el pastor de la Iglesia. Ahora estos solo se reservan para atender a los ricos y poderosos. Delegan en unas funcionarias y ong que con el presupuesto que manejan, si no existieran resolverían muchos problemas. Mejor seria no tener que pagar vía impuestos a esa gente y con ello mucha gente no caería en la pobreza. Porque la realidad es que no es que no resuelvan nada, si no que incrementan el problema. Un 70% de los ingresos que reciben las ong, van dedicados a gastos de directivos, alquileres, viajes, dietas, etc. Con ese dinero que se pierde en el camino quizás, si fuese directamente a los necesitados, se empezaría a reducir el número de pobres. Pero hay gente que ha visto en los pobres un negocio. Por eso cada vez el problema en vez de resolverlo se multiplica. Por lo mismo las asistentas sociales que, por norma suelen ser las personas menos sensibles, educadas y que menos se implican con el sufrimiento ajeno.
Lo mismo diría de los políticos que ellos crean el problema y luego se postulan como parte de la solución.
De todas formas vivimos en una sociedad enferma. Leí hace una década en la prensa que, el 45% de los españoles a lo largo de su vida sufriría una enfermedad mental. No estoy de acuerdo. La cifra es mucho más alta y, además esas patologías son crónicas.
El sistema produce tarados en cantidades industriales. El mundo esta en manos de cuatro psicópatas y, esos conducen a los pueblos a tales e ingentes desesperaciones que no hay mortal que los resista. Ese sistema llamado democracia que solo tiene el nombre. Han hecho que el mundo se inhabitable. En unas pocas décadas han querido dar un vuelco a lo que tradicionalmente eran normas de vida. En unas pocas décadas se ha impuesto un cambio más radical que desde que el hombre piso este planeta. Es imposible que se pueda metabolizar tanto cambio en tan poco espacio de tiempo. El consciente puede asimilarlo, pero el subconsciente y los genes, necesitarían siglos para engullir tantos cambios. Se ha creado un mundo que no es apto para los humanos y, el fuero interno de las masas se rebela contra ello. Ahí tenemos que la mayoría de parejas no se aguantan cuatro días, los hijos han perdido el respeto por los padres y es escandalosa la cifra de estos que sufren malos tratos por parte de estos. Se ha llegado a lo más vil del ser humano cuando el aborto en vez de penalizarse como el crimen más vil, porque la victima es la más indefensa e inocente, se ha convertido en un derecho. Y, quienes promulgan leyes que nos convierten en bárbaros, ni siquiera tienen capacidad para analizar las consecuencias que ello nos traerá, la más notable será que no habrá para pensiones, puesto que habrá más gente a cobrar que a cotizar. En esas horas de locura colectiva, las mentes perversas de quienes nos rigen solo hacen que dictar leyes enloquecedoras. Ayer, un hombre moría en compañía de la pareja, los hijos, en su hogar, su lugar de nacimiento y, en la empresa de toda la vida. Ahora una persona todo lo tiene en el aire. Nada es permanente y seguro.
Un joven empezara su andadura por la vida y quizás haya visto que varios han sido sus padres o madres, que tenga hermanastros de diferentes padres y hasta de razas, por el maldito divorcio. Crecerá no al calor de una madre amorosa, si no en esas consignas llamadas guarderías que como una maleta se deja junto a muchas otras, con gente extraña que le inculcara ideas, sentimientos y le forjara un carácter distinto a la familia a la que pertenece. Empezara a crecer y se encontrara solo en casa, sin más hermanos que una tv, una videoconsola o un pc. Empezara a estudiar y los centros de enseñanza se convertirán en sus forjadores, le someterán a doctrinas extrañas para encauzarle como un miembro más de un rebaño. Llegara la hora de buscarse un empleo y, ahí se encontrara que se deberá someter a una ett que hoy lo mandara a hacer poleas, al cabo de quince días a despellejar pollos, al mes siguiente a cardar lana. Empezara un largo peregrinaje de trabajos y empresas que no tendrá ni tiempo de asimilar. Hoy trabajara en su lugar de residencia y al final acabara en otro continente con costumbres extrañas. Llegara a los 35 y se habrá hecho viejo en la vida laboral, sin llegar a profesionalizarse en nada y en su curriculum la lista de empleos requerirá folios. Otro tanto le sucederá con la vivienda en cuanto deje el nido familiar. Hoy compartiendo un piso con extraños y, mañana en otros, ninguno llegara a ser su nido, porque ira de contrato en contrato y, el final será su hogar la calle. Se vera casado, separado, divorciado, juntado infinidad de veces y, cuando más necesite de una pareja para sus cuidados se hallara sumido en la más completa soledad. Envejecerá de mala manera y con suerte, mucha suerte acabara sus días en una residencia que en muchos casos será tratado con asco. La sanidad pública lo atenderá por beneficencia tras largas esperas en las que muchos perderán sus vidas, porque el acceso a la sanidad solo será asequible a quienes puedan permitirse un seguro privado. Eso sí, llegado el momento del traspaso, alguien lo recogerá y le dará sepultura, aunque solo sea por razones higiénicas.
Esa sociedad tan envilecida que no premia a los mejores, no puede sobrevivir. El vago recibe el mismo trato que el trabajador cumplidor, honesto y honrado y, cuando se de cuenta de que no es rentable se volverá vago. La explotación y la esclavitud cada día más se da en nuestro sistema. Ya no hace falta el látigo como en los algodonares. Un trabajador esta peor tratado y valorado que la maquina de grapar.
Ya el trabajador ocupa el espacio de los explotados burros de carga. Ya no será tratado como una persona con sentimientos y portador de valores humanos. En cuanto un día tengo 40 de fiebre se le echa del trabajo sin piedad, mientras que a una maquina se la repara. El trabajador que no se le dará ni para cubrir sus necesidades más perentorias, morirá y habrá cien famélicos dispuestos a cubrir la plaza de animal.
Hay mucha gente que vive aislada, pensando solo en enriquecerse y que ni siquiera adivina a pensar en la tragedia humana. Pero en cuanto escuchas esos programas nocturnos de radio, te sitúas frente a esa barbarie que aflige a nuestro planeta. En cuanto observas solamente la escalera de vecinos, lo que fue y lo que es. Para quienes aún tuvimos la suerte de vivir otros tiempos, no se nos puede ocultar que ya la humanidad ha dejado de ser civilizada. Se cumple aquello de que “llegara un día que estaremos ante una tumba y sentiremos envidia del que esta sepultado”, tal es el hedor que se respira.
Este es el sistema democrático. El más inmoral y vil de todos cuantos se han conocido. Pero tanta inmoralidad acabara devorando en sus propios vómitos a quienes se han beneficiado de ello.
Dirigentes, políticos, ricos, explotadores, hijos del príncipe de la tinieblas…. Aprovecharos que ya os queda poco. No encontrareis un refugio donde poneros a salvo de la ira de Dios. Vuestros días están contados.
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