Los que nacimos en la posguerra. Somos de otra manera. Tocamos de pies en
el suelo y, casi nada nos pilla por sorpresa. Teníamos mucha imaginación y, pensábamos
mucho acerca de lo divino y, humano de la vida. Ahora se vive siempre con una
venda en los ojos. Se da autoridad a una echadora de cartas, se hace caso a
esos libros de autoayuda que, todo se resume en el egoísmo y, el
individualismo. Solo cuenta el éxito personal. Esto da resultados cuando solo
lo practican unos pocos, pero cuando se generaliza, se convierte en un
boomerang que se vuelve contra quien lo lanza.
Todo este juego de palabras es para decirles. Que lamentablemente no puedo
aportarles ninguna razón para el optimismo. Soluciones hay muchas. Pero
desgraciadamente nadie quiere arrimar el hombro. Ni esforzarse lo más mínimo. Todo
lo dejamos en manos de las instituciones y, de unos personajes que nos dicen
representar, pero que solo laboran para su propio beneficio. Y, así nos va.
El tema de Cataluña se podría decir que ya esta judicializado. Ya lo estaba
la consulta del 9-N. Y, aun no hemos digerido un sapo, ya estamos tragando un dragón.
A este paso, como tantas veces he manifestado. Celebraran los golpistas el
desfile de la victoria. Y, nuestros demócratas, aun estarán deliberando si se
ajusta a derecho, si es proporcional, si estamos cargados de razón. Tenemos un régimen
muy demócrata, muy garantista y, moriremos de un empacho democrático. Nos
roban, matan, expolian, esclavizan, empobrecen, abusan. El mal triunfa sobre el
bien. Pero nos hemos de alegrar de vivir en mierdocracia.
La derecha como siempre. Encumbrando al enemigo. |
El 24 de mayo de 1984 el monárquico ABC.
A toda portada, declaraba a Jordi Pujol, el español del año. Como para fiarse
del buen ojo de la derecha. Y, así hemos llegado a día de hoy. Jordi Pujol es
tan independentista hoy, como hace cincuenta años. Lo que sucede es que,
declarar la independencia en un pueblo que, hace cuarenta años era
abrumadoramente franquista, era imposible. Requería cuarenta años de
adoctrinamiento, de construir una historia falsa, manipuladora, que creara odio
y, un sectarismo a muerte. Pero la incompetencia de todos los gobiernos
centrales, ha sido mayúscula y, la carencia de patriotismo ha hecho el resto.
En todo este golpe de Estado, lo único que los españoles escuchamos es, la retahíla
de siempre. Que si la democracia, que si el estado de derecho, que si el
tribunal, que si la ley… Y, todo eso a
los golpistas les resbala. Saben que más allá de un cese con un sueldo
vitalicio, escoltas y, coches oficiales y, una multa de 3000 euros, no pasara
la cosa. A seguir esperando a que la
gallina ponga el huevo.
La realidad es que, en estos momentos. Ya tenemos dos alcaldesas anti
sistema, más rojas que un pimiento en Madrid, Barcelona. Que son una plaga. Dos
partidos nuevos que han crecido como la espuma y, no sabemos cómo reaccionara
uno de ellos. El PP sin mayoría absoluta puede perder el gobierno central.
Incluso podemos acabar como Portugal. Tenemos un problema de invasión musulmana
que, no tardara mucho en despertar. Estamos endeudados hasta las cejas. Problemas
graves de corrupción que no sabremos el alcance hasta pasadas las elecciones.
El golpe de Estado en Cataluña y, los vascos esperando resultados, para
imitarlos. Una revolución feminista, anti familia y, anti católica y a favor de
la musulmana. La calle tomada por los bolcheviques. Las marcas blancas de eta
en todas las instituciones. Puede suceder de todo y, nada bueno. A la gente de
paz y, orden solo nos queda una opción real y, se desaprovechara con el
malentendido voto útil. Ese voto útil que nos ha conducido adonde estamos. España será católica o, no será.
Hasta la nefasta Republica, tuvo más arestos y, dignidad nacional. |
La dignidad de nuestra Patria. Está hecha trizas. Ni siquiera nos quedan
los militares. El más representativo si ha dado el paso, pero para destruir más
España. Los demás, ni están, ni se les espera. Lo peor de todo es, que el mundo
occidental, ha decidido suicidarse. Ha renunciado a todos sus valores y, se ha
entregado al enemigo. Como a última hora, no surja un régimen en un país
occidental, que desate las ataduras de ese régimen vil, corrupto y, corruptor
que padecemos. Lo que verán las generaciones que nos precedan. Sera apocalíptico.
Esa por desgracia es la triste realidad, a los que nacimos en la posguerra nos queda el consuelo de haber conocido tiempos mucho mejores, ¿Pero que les quedara a esta nuevas generaciones?
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