miércoles, 24 de febrero de 2010

DE INMIGRANTES, EMIGRANTES, TRABAJADORES, ESCLAVOS Y .....

Cada vez que hablo de la mierdocracia. No puedo evitar exaltarme. Mis comentarios acerca de ese miserable sistema, los razono, me baso en ejemplos reales y multitudinarios, incluso los personalizo. No son artículos, si no crónicas de una realidad que esta en cada uno de los hogares y en cada rincón de nuestros pueblos. Yo quisiera guardar un buen recuerdo del Caudillo Franco y, no tener que añorarlo. Desearía que solo fuese eso, un recuerdo. Pero cada día algo o alguien me hacen ejercer la comparación.
Lo peor de todo es que, ese sistema purulento, ha contagiado a todas las capas de la sociedad. Nadie me podrá acusar de sectario. Reparto por igual mis reproches a la izquierda, derecha, centro y los que se arrogan el papel de franquistas, falangistas y demás. Lo que me duele el alma no son los enemigos naturales, si no los de casa, porque ello significa que no hay salida alguna. Que haya enfermos es natural, pero si los que tienen que curar, los posibles médicos están tan enfermos como el que más, es para echarse a temblar.
Vivimos en un mundo enfermo. Colapsado por la maldad y el odio. Por la veneración al dios dinero que hace al individuo una piltrafa y deje de pertenecer al genero humano. Encontrar un corazón limpio, sensible y humano es ya un imposible. La Iglesia que ha sido el referente esta tan podrida como el que más. Entregada al enemigo en vez de vencerlo. Todo se esta cumpliendo como en el Apocalipsis. Incluso los que son conscientes de ello. En vez de rectificar, se abonan para que no revierta la situación. Los que tienen poder y dinero también son esclavos de su infelicidad. Los que tienen a los suyos en los puestos de gobierno en vez de alcanzar la felicidad, son tan desdichados como el que más. Ya nadie es feliz. Solo ves caras compungidas.
Se están viendo cosas que jamás se habían visto. Madres que asesinan a sus hijos en su propio vientre. Gobiernos que despenalizan el holocausto más grande de la humanidad. Los ríos y mares se llenan de sangre de los más indefensos y, el Creador ya no puede con tanta bestialidad e inmundicia. Todo se deteriora a pasos agigantados. Desde lo más simple a lo más complejo. Todos los resortes de poder, desde las máximas jefaturas hasta el más simple, están en manos de los más viles, inútiles, incapaces y destructores. Nada se construye. Todo se derriba. El grado de bestialización es horrendo. De norte a sur y de este a oeste.
Reitero que la Iglesia ha sido la primera en torcerse, con aquel infausto concilio Vaticano II. En vez de evangelizar y dar ejemplo. Confraterniza con todas las sectas satánicas que mientras ella se hunde a las sectas les da alas. En vez de luchar por la defensa de sus fieles perseguidos en medio mundo, con miles de asesinatos. Pide perdón a sus perseguidores. El maldito dialogo interreligioso, hace realidad uno de los capítulos del Apocalipsis con lo de la “gran ramera”.
Cada individuo esta cada vez más solo con sus penas y tragedias personales. Ya nadie se preocupa del vecino. La familia se ha destruido y a lo sumo es un grupo de intereses. Es el todos contra todos. Ya no queda sensibilidad alguna. No la hay en la Iglesia que debería ser el referente y, hay meapilas que confían en los partidos políticos su suerte. Pero claro. La sociedad es así que no cree en Dios y cree en brujas, espiritistas, echadoras de cartas que encima les roban el dinero. No creen en los médicos y se echan en brazos de curanderos sacacuartos. Las madres dejan en consignas (guarderías) a sus bebes para sentirse realizadas profesionalmente, antes que como madres. Los hijos se desembarazan de los padres sepultándolos en esos cementerios de las “residencias”. Padres maltratados y agredidos por sus hijos. Hijos recién nacidos abandonados en contenedores. Mientras se comete el crimen del aborto, por otro lado se crean hijos artificialmente. Eso es demencia pura y dura. Una locura colectiva a la que Dios va a poner fin. No hay calle ni hogar seguro en ninguna parte del mundo. La violencia es patente hasta en una comunidad de vecinos. Los políticos en vez de acabar con la violencia, solo saben crear más violencia. Un partido político por naturaleza crea violencia frente a los demás. Así los partidos se convierten en tribus rivales con la única finalidad de eliminar al otro.
Cada vez hay más ong y, cuantas más hay, más se incrementa el hambre, las guerras y las enfermedades en el mundo.
El marxismo y el capitalismo son las dos caras de una misma moneda. Por eso no se extinguen entre ambos. Se toleran y cooperan. Solo tienen un enemigo común. El que no nace en esas camadas. Así no sorprende que Franco y Pinochet se les juzguen incluso después de muertos y, criminales como los Castro, Chavez y demás albanos ni se les reemprenda.
De toda la vida a los hijos se les educaba en valores. Se les inculcaba que para hallar un trabajo había que ser trabajador y honrado. Eso hoy ni se cuenta en los curriculums. Lo único que se valora es que uno sea jeta, echao palante y, lo más malo posible. Ya el sistema se encarga de que los trabajadores y honrados queden fuera con los contratos basura, temporales, subcontratas. Al final como te van a echar igual, no merece la pena realizar esfuerzo alguno. El esfuerzo solo se realiza cuando es recompensado.
En cuanto ha trabajadores hay autenticas clases, más que en los vagones de los trenes de vapor. Hay los aristócratas que trabajan en SEAT, BBVA, NISAN, etc. Esos tienen los mejores sueldos, casi son funcionarios, los sindicatos están con ellos, pueden y hacen huelgas, si se les echa a la calle cobran una indemnización de lujo que les permitirá cumplir todas sus fantasías, una prejubilación de órdago. Luego hay unas categorías intermedias, para llegar al final a los esclavos puros y duros, sin sueldos, sin pagas extras, a horas con los precios de un africano, jornadas extenuantes o que no dan ni para la cebada, sin posibilidad de tener una baja por enfermedad y, cuando el Amo quiere los echa sin un euro de indemnización o finiquito, los sindicatos ni pagando quieren proteger a esos esclavos y, acaban sus días en cualquier calle entre cartones. Y, eso pasa aquí y ahora, en este país que se dice avanzado y civilizado. Y, aún hay quienes subcontratan a esas carnes humanas sin compasión alguna.
Esta sociedad enferma. Tolera y hasta admira a esos traficantes de humanos. Lo que no tolera y detesta es ver a un pobre. Con el pobre todos se ven capaces para arrancarles el último cigarrillo que les queda.
Mucho presumir de multiculturalismo, antirracismo, dar la bienvenida a los inmigrantes, darles el padrón municipal, obligarles a aprender una lengua extraña e inútil, para después silenciosamente detenerlos y expulsarlos porque hay paro. Pero en cuanto la economía funciona a promover que vengan para así poder pagar las pensiones y explotarlos. Eso si, los protegidos de los ricos(as) como la Marujita Díaz, Sara Montiel, etc. Esos papeles para que luego vivan sin trabajar. Los traficantes, bandas, delincuentes, esos si consiguen papeles y, claro… los moros que, no se pueden materialmente integrar, si no que vienen a desintegrar, a vivir de nuestros recursos, ser los primeros en beneficios y cero en deberes. Solo se va a por los hispanos que vienen a trabajar y rendir beneficios, los únicos que cuidan de nuestros ancianos por cuatro perras. Y, hablando de ese tema. Si Hispanoamérica que siempre ha estado en crisis y a pesar de ellos ha recibido a los emigrantes españoles sin papeles con los brazos abiertos, decidiesen aplicar la reciprocidad, habría más en llegar que en expulsar. España tan olvidadiza con sus hermanos de Hispanoamérica. Que por un lado celebran el día de la Hispanidad y por otro les dan leña. Madre Patria? Ni putativa

No hay comentarios:

Publicar un comentario