Mi pasión por los animales me ha conducido a protegerlos. Es lo único autentico que nos queda en este planeta. Ellos son como han sido siempre. No funcionan al vaivén de directrices políticas. Funcionan por sus hábitos naturales.
Hoy en día, entre las mascotas habituales, los (perros y gatos) encontramos aquello de humano que han perdido los de nuestra especie, la peor de cuantas hay desde la Creación. Que seria de las personas mayores que viven abandonadas a su suerte, que no reciben ni las visitas ni la atención, ni las caricias de sus hijos, si no fuese por la lealtad, la compañía y el afecto sincero de estas mascotas.
Últimamente el genero humano abandona en las calles y hasta en las autopistas a más de doscientas mil mascotas al año, lo que dice de la barbarie de nuestra especie. Sobretodo los perros, sufren un shock emocional muy fuerte. Andan desesperadamente en busca de quien les abandono y los que no mueren en el intento, la mayoría acaban en una perrera que acabara con sus vidas. Los menos tendrán una segunda oportunidad de encontrar un nuevo hogar y un nuevo amigo.
Estoy totalmente en contra de las corridas de toros. Me parece un espectáculo vil. De nada me valen los argumentos de sus defensores. En eso es lo único que ni Franco conseguiría convencerme de lo contrario.
Por el Facebook he coincidido con personas que defienden la vida de los animales y los antitaurinos. Hasta aquí nada que reprochar. Pero una de ellas, se alegra de las cogidas de los toreros y, por mucho que se puedan odiar a los matadores, esa alegría es tan insana y deleznable como lo que se critica. Pero una de esas personas que de la vecina Francia se ha convertido en adalid de la defensa de los animales, su antitauromaquia la ha conducido por los derroteros de la política. Vaya que le importa más acabar con la “Fiesta Nacional” que con la muerte de los toros. Pero no solo eso. Quien ha acudido a la Comunidad Europea para reclamar sacrificio zero para los animales, no se le ha caído la cara de vergüenza de proclamar que es partidaria del aborto, lo cual resulta execrable. Y, para más INRI coloca un link sobre la “represión franquista” lo cual demuestra un sectarismo que invalida sus buenas intenciones anteriores. Quizás con ello lo que pretenda es unirse al amplio espectro que vive de las subvenciones y, para ello tiene que acreditar su pedigrí marxista-separatista.
Nadie que me conozca dudara lo más mínimo de mi amor y defensa de los animales. Pero por encima de todo esta el genero humano, aunque cada vez le quede menos de humano. Si invertimos las prioridades lo que podría ser una causa noble se puede convertir en una perversión. Si se defiende la vida, hay que empezar por esas pobres criaturas que están desarrollándose en el vientre de sus madres y que son los seres más indefensos. Hacer del crimen un derecho de la madre y luego pedir sacrificio zero para los animales es sinceramente una perversión. Hacer “memoria histórica” olvidando quienes empezaron a torturar, encarcelar, asesinar, es otra perversión. Quienes tienen manchadas sus manos de sangre de millones de inocentes, no tienen fuerza moral alguna de reclamar nada.
No se puede amar a los animales si previamente y por ley natural no se ama al genero humano.
Este texto me ha emocionado. Me gustan los animales, y para mi el aborto no es otra cosa que un crimen.Que una persona defienda los animales y no los niños, dice mucho de esa persona: Todo falsedad.
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