El marxismo después de 62 años manteniéndose en el poder, no por su validez, si no por el terror a que eran sometidos los pueblos satélite de la Unión Soviética , cayo como era de prever. Una de las dos caras de la misma moneda desapareció y se paso al otro lado. El capitalismo. Ahora el capitalismo hace aguas por todas partes y como un barco lleno de grietas, no se da al abasto a achicar el agua.
Se nos ha vendido este modelo basado e integrado en el sistema democrático y partitocratico como el menos malo. A sangre y fuego se ha impuesto a medio mundo como si fuese la panacea. Pero ya estamos asistiendo a su defunción.
El capitalismo al igual que el marxismo, son las dos caras de una misma moneda. Detrás de ambos sistemas están los mismos, así que esto explica que el sistema sea tan condescendiente con regimenes comunistas como el cubano, venezolano y toda la ristra de ese grupo de malvados que se aglutinan entorno al ALBA. Bajo la óptica de un capitalista o persona de derechas de la calle, parece inconcebible como contra esos ogros no haya una fe resuelta en acabar con ellos. Que más da! Lo importante es que ambas maneras de regir a los pueblos están sometidas a los mismos tiranos. El único objetivo es conseguir por un lado, el exterminio de cuanta más gente mejor. De otra que todos los súbditos sean ni más ni menos que esclavos. Solo hay que ver como el sistema, solo persigue a aquellos regimenes a los cuales no puede controlar y someter. De ahí que mientras a los nazis se les sometió al proceso de Nuremberg, a los marxistas con muchísimos millones más de crímenes no se les sometiera a proceso alguno, estos se reconvertirían al capitalismo sin problema alguno. Que mientras se detuvo a un libertador que se enfrento al marxismo y de ser la nación más pobre de Hispanoamérica la dejo en la más prospera, se sometió a las urnas y restableció la democracia perdida. No hace falta decir que me refiero al General Pinochet. Pues este por dos mil muertos de la represión, se le detiene y condena internacionalmente, mientras que a Fidel Castro que encontró el país más prospero lo ha mantenido durante 50 años de terror en uno de los más pobres del continente. Ejecuto a más de treinta mil de sus súbditos, sembró de cadáveres en todo el continente creando y sosteniendo las guerrillas, mantuvo una guerra en África con lo cuál el numero de muertos adjudicados a esta bestia se podría contar por millones y, es inexplicable que ni siquiera el juez Garzon lo haya perseguido. Con lo cual queda probado que los únicos regimenes que son condenados internacionalmente, son aquellos a los que el sistema no ha podido someter a su esclavitud.
Podrá caernos más bien o más mal, los regimenes de Hitler, Mussolini, Franco y Pinochet. Pero de lo que no cabe duda es de que mantenían a sus naciones libres del sometimiento de quienes mueven los hilos del mundo. Aquello que tantas veces Franco denuncio: “la conspiración…..” es evidente que era una realidad, tanto que lo persiguen incluso después de muerto. Esas mafias que dominan al mundo escarmientan hasta el delirio a quienes se oponen a su sometimiento, para que los pueblos no se alejen de la esclavitud.
Nos ha llegado una crisis mundial que nadie hace unos años podía predecir. De la noche a la mañana nos acostamos ricos y nos levantamos pobres. Pero nada es accidental. El capitalismo salvaje, sin escrúpulo alguno, el que esta en unas pocas manos, nos ha dejado con el pompis al aire. Millones de familias lo han perdido completamente todo. Nuestro dinero pensaran muchos que se ha evaporizado. Nada más lejos de la realidad. El dinero no se evapora, solo cambia de manos. Nos dejaron endeudar hasta el extremo y cuando ya muchos habían dedicado los recursos de muchos años de trabajo, les dejan sin trabajo y por consiguiente sin continuidad de pagar. Aquí se puede aplicar aquello de otro post de este blog “la crisis económica y los burros”.
Un buen día el capitalismo ciego de ganar más y más, se da cuenta de que si los “vaqueros” jeans, si en vez de fabricarlos en EE.UU. se fabrican en un país asiático, en vez de pagar diez por su producción le sale a uno y, traslada su producción a otro país. La idea es genial. Lo pueden vender más barato y vender mayor número y, aun así ganan más dinero. Han dejado a unos miles de trabajadores en la calle, pero quedan cientos de millones de compradores. El problema surge cuando los demás siguen el mismo ejemplo y, empiezan a trasladar sus factorías a los países asiáticos, porque es cierto que los precios han bajado ostensiblemente y por tanto la capacidad de consumir es mayor, el problema radica en como se compra si no hay trabajo?. Dicho de otra forma. Se han trasladado las factorías en el tercer mundo y el primer mundo se ha quedado sin fábricas, todos en la calle y sin trabajo no se puede comprar. Mientras teníamos en nuestros pueblos o ciudades las factorías, el producto era más caro habida cuenta de nuestro nivel de bienestar, pero recibíamos un sueldo con que poder comprar. Ahora podemos comprar más barato, pero no tenemos fábricas donde emplearnos y percibir un sueldo. Así que hemos hecho el negocio de Roberto y las cabras.
El libre mercado que nos han vendido como adalid de la libertad económica ha sido un timo. Los gobiernos se han vendido las empresas básicas de titularidad estatal y, ahora no tenemos patrimonio alguno. Todo ese capital esta en las mismas manos. El Estado es pobre y endeudado a la par que sus ciudadanos. Ya no tenemos nada que fabricar, ni nada que vender. Somos pobres de solemnidad. ¿Qué nos espera? Llegar a un punto de miseria tal que nos atengamos a las condiciones de trabajo, laborales, sociales de los países asiáticos. Nos harán doblegar hasta que nos mate el hambre o, la desesperación nos obligue a aceptar las condiciones de los países asiáticos que trabajan y viven en la misma factoría de sol a sol, gente muerta, explotada como en los tiempos de los algodonares.
Nos venderán la moto los gobiernos acerca de los brotes verdes que nunca llegaran. Nos coserán a impuestos para mantener el sistema corrupto. Viviremos para la subsistencia, como animales de granja. Habrá que irse olvidando de la sanidad pública y hasta de la enseñanza. Ir a un medico será un lujo al alcance de unos pocos. Dicho de otra forma. El mundo se convertirá en toda una África, con sus eternas guerras fraticidas. Eso si seguiran noche y día machacando nuestras atormentadas mentes sobre lo malo que fue Franco, Pinochet, Hitler o Mussolini, para que no cale la idea de sacarse el yugo de la esclavitud.Ojala me equivoque!!!
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