A medida que se acerca el año 2012, se hacen más referencias a la profecías Mayas. Particularmente no creo que Dios haya descubierto sus propósitos acerca de la humanidad con día, mes y año. Así que más bien creo que no será ni siquiera ese año para desautorizar a los Mayas.
Lo que es evidente, es que a ese planeta le quedan pocos telediarios. Esa crisis económica mundial, es lo más visible de otra crisis que es la que se nos va a llevar por delante. Me refiero a la crisis de valores. De la económica nos podríamos recuperar, pero de la de los valores, es imposible. Al contrario, cada vez se hace más extensa y escandalosa.
Para los nacidos en esta mierdocracia, ya todo les parece normal, pero para quienes peinamos canas y no nos hemos dejado someter a la manipulación de los medios, percibimos con escándalo el cambio sin retorno.
Es imposible poder contrarrestar todo el mal que a través de los medios de comunicación y en la red, se prodiga a diario. Solo hay que poner un canal de televisión cualquiera, para darse cuenta de la involución del género humano. La violencia es presente allí donde more un ciudadano. El mundo solo se mueve por el odio, envidia, materialismo, egoísmo….Todo ello nos esta destruyendo como civilización.
No hay nada estable, lo cuál produce unos trastornos graves. Nadie tiene garantizado lo elemental que es la estabilidad emocional de una familia, un hogar, un trabajo, una vejez serena y tranquila. Todo ello es efímero y se descompone. Esa inseguridad es el fermento de graves trastornos psíquicos sin solución alguna. Es tal la ansiedad que el numero de suicidios se ha triplicado en solo dos años y, eso no ha hecho más que empezar.
Jamás se había visto que a los ancianos se les entierre en esos precementerios de las residencias, ni que los niños sean objeto de abusos y malos tratos, ni que los jóvenes agredan a sus padres. Y, claro los políticos no pueden aportar solución alguna, porque son precisamente ellos quienes generan esta sociedad enferma.
El embrutecimiento del genero humano es tan extendido que no hace falta salir de casa para palparlo, basta con sufrir a los vecinos. Lo que antes era una familia armoniosa y bienavenida, ahora es un nido de víboras.
El sistema es corrupto y corruptor. La violencia del mismo se respira en el ambiente. Nadie confía en nadie. Las familias se desintegran en un plis plas y solo queda el odio entre ellos. La Iglesia ha hecho dejación de sus funciones y, tampoco es siquiera un buen referente, con lo que la sociedad deambula buscando la “felicidad” en las cosas materiales, alejándose en esa búsqueda de la felicidad real.
Cuando un pueblo de una trastornada, hace de ella su princesa. Cuando Belén Esteban es el gran referente de las familias españolas. No cabe duda de que ha comenzado la cuenta atrás para ese planeta.
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