El artículo anterior me ha llenado de satisfacción. Era justo lo que pensaba y no me atrevía a escribir. En este país, cada día que pasa, hay más mediocres desde las más altas esferas de gobierno, hasta un simple encargado de sección. Siempre hay sus raras excepciones. Pero son mayoría.
Los mediocres son los que nos han conducido a esta crisis económica que proviene de una crisis mayor que es la de valores. Contrariamente a lo que piensa el periodista, yo no creo que salgamos de ambas crisis. Porque los autores de la crisis son parte del problema y no de la solución. Así que tendremos más de lo mismo y cada vez en mayores dosis. Puede que en esa locura colectiva, surja un estallido social al estilo “Revolución Francesa” que no deje títere con cabeza y, se acabe con esta casta parasitaria y mediocre y, de paso a un hombre nuevo.
El sistema ya no da para más. Hay ilusos que confían su suerte en un cambio de gobernantes, que la alternancia de un giro a la situación. El problema reside en que esta pandemia afecta a todos los partidos por igual. A toda la clase dirigente, tanto en lo publico como en lo privado. Estamos pagando un pecado colectivo. Unos han engañado y otros se han dejado engañar. Al final tenia que reventar. Y, la gente que metaboliza todo lo que ve en los medios de comunicación, ya era inmune a las faltas de etica y de moral. Daba por inevitable la violencia generalizada, la corrupción, el abuso de poder, la injusticia, el aborto ¡TODO! Pero ay amigo. Cuando le ha afectado en la cartera, cuando ha perdido el puesto de trabajo, su negocio. Ahí se le han disparado las alarmas. Se pueden asesinar más de cien mil niños al año con el aborto. Pero perder el coche, la casa, las vacaciones, cenas y placeres. Ahí todos han puesto el grito en el cielo.
Todo el mundo ha detectado la crisis económica que viene de muy antiguo. Con el anterior Régimen un padre de familia mantenía a la esposa y hasta cuatro hijos. Ahora una pareja no puede ni mantener un hijo. Un trabajador antes pagaba su hipoteca en 37 meses y ahora en 50 años. Pero hasta ahí, iban tragando. Se ha ido tragando que cada vez los sueldos permiten hacer menos cosas. Pero que uno pierda el trabajo, el coche, la tarjeta de crédito, los préstamos, etc. Ahí ya ha reaccionado. Pero no contra los responsables de esta crisis con un abanico muy amplio. Si no peleando entre pobres y trabajadores. Un pobre ya no roba a un rico, si no a uno que esta igual o peor. A los ricos solo les roban los ricos.
La gente más preparada, más decente, honesta y honrada. Ha pasado a retiro voluntario. La gente de valía, con inteligencia natural, ha preferido bajar su status social ha andar con la navaja en la mano por hacerse un puesto. Han ido cediendo hasta que todas las plazas las ocupen los más desaprensivos. Rige la ley de la selva. Cualquier pastor de rebaño, esta más cualificado que quienes van de engreídos por un puesto que les viene grande y que, para disimular su pequeñez, tiene que hacer ostentación a toda costa. Antes había ricos que parecían pobres. Hoy todo son pobres que parecen ricos. Sobretodo en falta de escrúpulos. Hoy solo se vive de la imagen y luego todo es cáscara vacía. Pero mientras no llegue el cataclismo. Los mediocres despreciaran a los inteligentes que podrían salvarles. Al final de un barco a la deriva no se salva ni el capitán.
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