viernes, 19 de junio de 2015

DE VUELTA A LAS CAVERNAS.



Si observamos la deriva que lleva nuestra nación, es para caer en una profunda depresión. Pero con ser importante, porque es la Patria en la que tengo mis raíces. Lo que más me desanima, es observar el mundo en general.  Lo de casa en el 36 lo pudimos resolver a nuestra manera. Pero ahora, los países han perdido su soberanía. Su capacidad para tomar decisiones propias.
El mundo se ha uniformado en varios bloques y, todos ellos tienen en común que tras ellos, hay las mismas manos que mueven los hilos del mundo. Los propósitos no pueden ser más explícitos. Un mundo sumergido en el más absoluto caos. La primera causa es, la deshumanización del género humano. De ahí es la caída de la institución que durante dos milenios, aporto al mundo el mayor avance moral y, material. La Iglesia Católica. Sin ella, es volver a la época de las cavernas, por mucha tecnología que tengamos alrededor. Hay un empeño grande para borrar de la faz de la tierra, todos los valores que la hicieron adelantada.
Si la Iglesia Católica no existiese habría que inventarla. Los pueblos se han alejado de Dios y, lo que es peor. Que las clases dirigentes que no creen en El. Son las que quieren sustituirlo. Es como si los delincuentes fulminasen a las policías y, ellos se erigieran en guardianes del orden. Para llegar al momento actual de desorden, caos, violencia, corrupción, perdida de todos los valores. Han tenido que pasar dos generaciones. Porque aunque los comunistas fuesen en su fuero interno marxistas, la tradición hizo mella en la mayoría de ellos y, sus vidas de alguna forma estaban de forma natural impregnadas de ese espíritu. Ahí encontraríamos (solo es un ejemplo) que los socialistas, hasta la llegada de Zapatero. Ni siquiera se planteaban, el derribo de El Valle de los Caídos, ni sacar los crucifijos de escuelas y, hospitales, ni pretender acabar con las procesiones de Semana Santa. El abdicado Rey, no era precisamente un cofre de virtudes. Pero públicamente se comportaba como una monarquía Católica que, siempre fue por tradición  su baluarte. Hace un año, los nuevos reyes, han expulsado de la corona, todo símbolo  u acto religioso. Así que si antes nos fue mal. Ahora nos tiene que ir mucho peor, por muchas pamplinas que usen para agradar a los enemigos de nuestro glorioso pueblo. Me pregunto qué diferencia habría entre la actual corona de España y, un Pablo Iglesias con una tercera republica?
Por mi forma de vida, me sobra mucho tiempo para la observación. Entre aquella juventud que cedía el asiento en el tren o autobús a la gente anciana, con la actual que ocupa dos asientos así haya un viejo que no se sustenta ni con las muletas. Esas cosas a las que ya nos hemos acostumbrado por cotidianas. Les han ido sucediendo más y, todo se va asumiendo con indiferencia para unos y, la rabia contenida de los más. No se han corregido las cosas desde un inicio y, ahora los mismos que lo han tolerado todo de buen rollito, ya no tienen capacidad de poner orden.
Ya tenemos la juventud “mejor preparada de la historia”. Esa que no tiene conciencia del bien ni del mal, que ha mamado desde la escuela Educación para la Ciudadanía y, ha forjado desde las universidades a subversivos marxistas que solo les mueve el odio. Luego nos escandalizamos de que surjan esas bandas de podemitas, cuyas ideas se reducen al odio y, la violencia.
Doña Letizia no usa la mantilla española y, si el pañuelo musulman
Pero lo que más me preocupa, es la tibieza de aquellos que se escandalizan. Somos mayoría, pero a la hora de salir a la calle a defender los valores que presumen profesar, la inmensa mayoría tiene una excusa para no hacerlo y, con estas actitudes cobardes, lo único que hacemos es cavar nuestra propia fosa, mientras ellos hacen un paseo militar.
Doña Sofia con mantilla como soberana catolica.
En vez de la confrontación, se apuesta por una falsa tolerancia y, cada día están más crecidos. Por lo que los buenos, a base de ceder y, transigir acaban inhalando los humos de los porros de los demás. A los buenos les da pudor y, hasta como un complejo, el uso de las buenas costumbres. Lo aprecio en el FB, que las palabras que nos separaban de la chusma, dejan de emplearse. Tales como; saludos, un abrazo, si Dios quiere, Patria, gracias, perdón, etc.
Si los enemigos seculares de Dios y, la Patria, están ganando todas las batallas sin oposición alguna. No es por sus merecimientos, si no por nuestra decadencia.

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