Hace décadas que vengo presintiendo de que para el genero humano, estamos en el final. Lo he dicho mil veces por activa y por pasiva que, no estoy influenciado por ninguna secta, ni movimiento alguno. Me baso en los cambios tan radicales que vivo en mi entorno. No reconozco ni a familiares ni amigos de toda la vida. La transformación ha sido tan radical que, incluso quienes deberían de vivir en la gratitud eterna por cuanto recibieron, los que mas te adeudan en el más amplio sentido de la palabra, son los que más te odian, lo cual es indefectiblemente demoniaco.
Hemos llegado a un grado tan elevado de vileza que, la gente lo tiene todo asumido. Ya nada escandaliza, ni moviliza. En la crisis actual, la gente prefiere suicidarse, antes que tomar las calles. Por muchísimo menos se organizo el Mayo francés. Aquellos progres de entonces que embadurnaban las fachadas con “Pide lo imposible!, son ahora quienes manejan las riendas de los estados y, en ineptitud, falta de humanismo, corrupción y, despropósitos, han superado con creces a los que ellos criticaban. Son los hijos del derroche, corrupción, materialismo, egoísmo…..
Desde aquel fatídico y suicida mayo francés que, los hábitos y el comportamiento humano, se han transformado más en unas pocas décadas que en toda la Historia. Lo que ayer era bueno, ahora por naturaleza es malo y vice-versa. Se ha dado un cambio como la vuelta de un calcetín. No soy licenciado en nada para poder afirmarlo, pero la lógica me dice que tanto cambio radical y a tanta velocidad, tiene que perturbar a las mentes y, los genes no tienen tiempo para ir asimilando esos cambios a la velocidad del rayo.
En poco más de un año hemos padecido los peores y más fuertes terremotos en Haití, Chile y ahora Japón, amén de otros que no han sido noticia. Pero como vemos, el de Japón, con ser el más fuerte, por si mismo casi no tiene importancia. Ha sido el sutnami el que ha hecho los estragos que ahora se viven en las centrales nucleares y que, hasta el comisario europeo de la Energía Günther Oettinger, ha descrito la situación tras el accidente nuclear en Japón de "Apocalipsis", y ha afirmado que las autoridades locales prácticamente han perdido control de la situación en la central de Fukushima.
Esta situación puede escaparse de la mano y acabar con una tragedia mundial. En estos días, los conspiranoicos, ya tratan de buscar la autoria de esa tragedia. Están tan vueltos contra Dios, que ni siquiera son capaces de admitir que ello obedezca a la ira divina por tanto desafuero. Ya están surgiendo videos que tratan de hacernos creer que hay aparatos de alta tecnología capaces de producir terremotos en un lugar concreto y bajo las órdenes de esas organizaciones secretas. Me cuesta creer en esas conspiraciones, porque de haberlas, de querer exterminar a una gran parte de la población, los autores serian idiotas, porque por muy tontos que fuesen, no se les escaparía el detalle de que a ellos también les alcanzaría.
En otras épocas, a estas horas, el mundo seria un clamor de oraciones, arrepentimientos y conversiones. Lo que suele suceder cuando una persona normal ve fundada el fin de su existencia. Pero no! Salvo el santo padre Benedicto XVI, en ningún lugar del mundo, ni en el propio Japón, se han elevado preces a Dios para que se detenga esta catástrofe. Ni en eso, el hombre procede como venia siendo de antiguo. El hombre ensoberbecido por los éxitos de las nuevas tecnologías, los avances científicos en la manipulación de la vida humana, hasta la potestad de asesinar con el aborto, se ha sentido crecido al nivel de Dios y, por ello, en vez de someterse a Su voluntad y, elevar preces al Cielo, todo queda a la voluntad del hombre. Es más! Antes que creer en Dios, el hombre confía en adivinos, indios y echadoras de cartas. Se habla mucho de las profecías Mayas y, a estas si se les da credibilidad. Apuntan para el 21 de diciembre de 2012, quizás Dios se adelante para no darles la satisfacción.
Yo desearía equivocarme del todo. Por el amor que tengo a la raza humana, no me importaría que me calificasen de todas formas. Ojala, el mundo se salve de esta encrucijada y otras muchas por venir y, la especie humana se regenere y encuentre la felicidad. Pero mucho me temo que si no es por el terremoto del Japón con sus secuelas, lo sea por el de España, EE.UU. o vaya usted a saber, el que acabara poniendo el punto final a esa travesía por el mundo.
A ustedes les diría, que por si acaso, si saben rezar, háganlo a cada momento, no esperen a cuanto ya no haya remedio. Mucho me temo que seguirán esparciendo por todos los arroyos, ríos, mares y océanos de la sangre de millones de seres inocentes. Mucho me temo que seguirán persiguiendo a la Iglesia de Cristo, cometiendo sacrilegios. En vez de serenar la conciencia de Dios, seguirán cada día superarse hasta que la ira de Dios, se desate sobre nosotros como en Sodoma y Gomorra. Mi intuición es de que seguiremos unos años más, para pagar tanta soberbia y desafío a Dios.
Dios nos ayude don Emilio y nos de fuerzas ante esta situación y ayude a nuestros hermanos japoneses y a su Emperador, que siendo anciano ,ya comparte el sufrimiento con su pueblo. Espero que se tomen serias medidas frente a esta dañina energía nuclear y no se repita un horror tan despiadado como el de Chernobil. Un cordial saludo camarada.
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