Antes que Wilfredo el Belloso, fuera el mítico iniciador del independentismo catalán, antes aun que a Ramón Berenguer IV se le proclamara rey y soberano de una corona que nunca existió. Existía en la actual comunidad de Catalunya, la Tarraconense romana (Hispania, como ya le llamaban los Romanos).
“Desde la llegada de las legiones a “Hispania” en el 218 a.C. se sentaban las bases del dominio militar en la provincia y se iniciaba, con criterios y objetivos militares, el complejo proceso de la romanización, que consistía en la depredación y la explotación económica Y EN LA IMPREGNACION CULTURAL” según palabras del Profesor Pericot, mismas que De la Cierva, cita en su libro.
Los romanos llegan a la actual España, por los territorios que hoy día son la comunidad catalana, y forman en ella la primera ciudad importante fuera del Imperio (como ya dije: Tarraco) ,capital de la provincia romana llamada Hispania Citerior, esta además fue la primera provincia romana en territorio hispano, y mucho tiempo después se establecen oficialmente las dos demarcaciones provinciales: La Citerior: la de este lado del Ebro, al norte. Y la Ulterior: el resto de la península romanizada (ya que no toda fue militarizada, hasta después de 200 años). Por lo tanto la impregnación cultural en Hispania, sin lugar a dudas fue por mucho tiempo común en la actual provincia de Tarragona; se crea la vía principal del Imperio: Hercúlea, se celebra culto a Apolo, y en su honor se juegan toros y se sacrifican. Por lo tanto las corridas de toros es algo muy “Catalá”, (tradición que fue llevada a “La Ulterior” hasta después de 200 años, sentadas las bases de la expansión romana en la península) y no como se intenta hacer creer, una fiesta traída “del” resto de España a Catalunya a través de quienes trataron de castellanizar esta región.
Segundo punto, la llegada de las legiones romanas a Catalunya ocurre en el año 218 antes de Cristo., según el historiador Gonzalo Bravo. Desde esa fecha el segundo Escipión expulsa de Hispania a los Cartagineses, con la ayuda de los peninsulares que se alinean con Roma para expulsar al invasor. En el año 195 a. C. el Cónsul Marco Porcio Catón empieza su romanización militar, hasta los límites del actual Portugal. Roma entonces afirma sus dominios y Sempronio Graco firma la pax sempronia, pacto que liga a Roma con los pueblos de Celtiberia, y obliga a la primera a dejar mega infraestructuras en toda la península. En este contexto imperialista Cartago no puede esperar una suerte mejor: Publio Cornelio Escipión Emiliano la extermina, y manda sembrarla de sal. Roma mientras tanto había conseguido exterminar Cartago y esto a su vez representaba su dominio en la península Hispánica, las legiones romanas reclutan soldados hispánicos. Pero hartos de las invasiones romanas a las fronteras de las ciudades béticas, un jefe lusitano llamado Púnico desencadena la primera incursión contra las legiones. Medio aniquilado, el pueblo lusitano se reanuda bajo la dirección de Viriato, este intenta la independencia de Lusitana de Roma, pero por razones ya sabidas, tal cosa no se logra. Eliminado Viriato, los ejércitos romanos terminan de romanizar la Ulterior. Pero Numancia y su vecina y aliada Termancia, resisten bravamente las acometidas del romano. Mancino ordena la retirada, pero los guerreros hispánicos sorprendieron a las legiones y la encierra dejándolas sin ninguna salida. Obligándolas así a firmar un humillante convenio con los vencedores. Publio Escipión asedia Numancia durante 20 años. Antes que rendirse los numantinos prefieren darse muerte unos a otros que rendirse ante el invasor romano. Pero esto no es problema para el invasor que decidió esperar y exterminar la ciudad rebelde. En eso estallan las guerras civiles en Roma, el Dictador Cayo Mario, se hace con el poder absoluto de las Legiones confiriéndoles cargos y títulos. Reclutando además guerreros de sus territorios conquistados en las provincias hispánicas, así hasta que Roma contó con un ejército hispánico de cuño romano. En el año 46 a.C. Cayo Julio César, contaba ya con un poderoso ejército, para sus conquistas de Farsalia y sus campañas en África (apoderándose de algunos territorios del dominio griego de Alejandro Magno), por tal motivo, es de bien suponer, que el ejercito reclutado en sus dominios hispánicos, llevados a Roma para su preparación militar, fueron los mismos que llevaron a invadir tierra santa, y darle muerte a Jesús en tiempos de Tiberio (nieto de Julio César).
Bibliografía consultada y recomendada:
“Historia total de España” de Ricardo de la Cierva.
“Hispania” de Gonzalo Bravo.
“la Legión” articulo de J.A.Monge en Historia National Geographic nº74
compendio de Historia Universal” de Ciriaco Pérez Bustamante.
“Historia de España” (época romana) de Luis Pericot.
“el ejercito romano” de Adrian Goldsworthy.
“Roma en Jerusalén” International Bible students association.
Pág. De internet: Wikipedia y legionesromanas.com
MARTIN NIETO
(PANAMÁ)
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