ESPAÑA: DEL EDEN AL INFIERNO.

Desde el advenimiento de este sistema decadente y, sin valor alguno. Nuestra nación ha ido a menos, hasta alcanzar las cotas de miseria y, hambre de los primeros años de la posguerra. Necesitamos treinta años para alcanzar las cotas de prosperidad que disfrutamos en vida del Caudillo, creándose el Estado de bienestar, las clases medias y, unas medidas de Justicia social como en ningún otro país del mundo. Partiendo de cinco años de caos con la II Republica y, tres años de contienda.

Llego la mierdocracia, fruto de la traición y el perjurio. Hoy ya se habla abiertamente por los digitales que EE.UU. estuvo detrás del magnicidio del almirante Carrero Blanco, para que a la muerte del Generalísimo no hubiera ningún obstáculo para implantar este sistema violento, decadente, corrupto, vil y envilecedor. Cuando los nuevos dictadores se llenan la boca de “libertades y de los valores de la democracia”. Se me encoje el alma. Libertad el hombre honrado no tiene ninguna. Los delincuentes las tienen todas. Y, valores menos. Se ha embrutecido al hombre hasta donde nunca alcanzo. Mientras las victimas son ninguneadas, los verdugos han alcanzado el poder. Eso clama al cielo. Se legisla al contrario de cómo hizo Franco. Ósea, contra la razón y la Verdad Revelada. La Iglesia Católica es vituperada, escarnecida, perseguida. Mientras sectas que se proclaman religiosas, campan a sus anchas y reciben protección del Estado. Los hombres llamados asimismos de Estado, gobiernan no solo de espaldas a Dios, si no contra El. Con leyes como el aborto que es un genocidio que, si el planeta resiste, las futuras generaciones verán a este episodio, como el tiempo de los bárbaros.

Con Franco no se llegaba ni a un tercio de funcionarios que percibían unos sueldos escasos, los alcaldes, concejales, no cobraban. El sistema se sustenta por la corrupción institucionalizada (como bien expresa el republicanisimo Garcia Trevijano) Aquí mama todo el mundo a costa del contribuyente. Los partidos políticos, sindicatos, Congreso, Senado, gobiernos regionales, diputados regionales, ayuntamientos, diputaciones, consejos comarcales, y, un montón de observatorios de no se sabe por que, asesores, prensa, radio, televisión, ong y, un sin fin de entidades que no sirven para nada. Hay más gente mamando de los presupuestos que, gente trabajando y produciendo riqueza. Todo ello ya es corrupción en si misma, pues solo favorece a los camaradas y amigos del sistema. Después los sueldos que se han atribuido son escandalosos y, no es suficiente con ello que despilfarran a manos llenas con suntuosas sedes, despachos, equipamientos, coches oficiales, dietas y, más dietas. Y, siendo los más afortunados, no tienen bastante y tienen que robar al sufrido pueblo miles de millones de las antiguas pesetas, mientras al sufrido y mártir pueblo cada día se le persigue con nuevos impuestos, creando de nuevos. El hambre se ha instalado en millones de hogares, malnutrición, listas de espera que acaban con la muerte, desesperación y, ninguna esperanza, por que es evidente que la culpa de esta situación es la corrupción moral y, económica de nuestros dirigentes. El sistema no se puede regenerar. Habría que hace tabla rasa de todo y, enviar a la cárcel a muchos de los que nos desgobiernan.

El gobierno tiene cientos de asesores, los gobiernos autonómicos ídem, alcaldes y, hasta concejales del tres al cuarto. Y, me pregunto. ¿Para que sirven esa legión de asesores? No han sido capaces de predecir la crisis, mucho menos evitarla e imposible de hallar una salida. Son como echadoras de cartas que no aciertan ni una por casualidad.

La Constitución que tengo la conciencia tranquila de no haberla votado. Nos prometía todo aquello que la clase trabajadora ya tenia y disfrutaba y, los primeros en no cumplirla son quienes tanto la alaban,  como si fuese un libro sagrado, redactada  por cuatro descerebrados y, oportunistas. Nada bueno nos ha aportado. Por el contrario hemos perdido lo muchísimo que Franco nos había dado; trabajo, vivienda,  la mejor seguridad social del mundo, prestaciones de todo tipo, creación de empresas de interés nacional como; siderurgias, navales, automoción, hidroeléctricas, telefónica,  transporte –Iberia, RENFE, FEVE- Todo se lo han ido malvendiendo en esos 37 años,  con el eufemismo de privatizar y, como si privatizar fuese algo bueno. De esta herencia del franquismo hemos vivido 35 años y, ya no queda nada por vender y hacer caja y, los políticos y gobernantes han seguido viviendo como si fuéramos ricos, endeudándonos por varias generaciones, para que esta casta pueda seguir disfrutando de sus privilegios.

Siguiendo con la Constitución. Nos dice que todos somos iguales ante la ley. Eso es una gran mentira. Mientras un Barcenas o la infanta Cristina tienen el mejor equipo de abogados para defenderse de estafas multimillonarias. El pobre tiene que recurrir al abogado de oficio (eso cuando se lo conceden) para defenderse del robo de unos eurillos. Los primeros tardaran años en entrar en la cárcel, con toda una suerte de sortilegios que manejan muy bien esos avezados bufetes de abogados. Mientras que el que ha robado unos eurillos de la detención pasa al juzgado y, de este directamente en la cárcel.

Una Sara Montiel, Marujita Díaz, Isabel Gemio (solo por citar los de renombre) se van a Cuba y, traen como souvenir a unos apuestos jóvenes que solo vienen a vivir a costa de la parienta. Ningún problema de papeles. Sin embargo ciudadanos normales, casados y con hijos,  no consiguen papeles y sus parejas son deportadas como animales. No hay ministros que tengan compasión alguna, ni por razones humanitarias. Por que para ellos, solo somos la chusma que deberíamos de besar los pies de los gobernantes por que cada cuatro años nos permitan depositar un voto en una urna. Unos gobernantes que nos han conducido a la ruina, sienten desprecio hacia los ciudadanos que ejemplarmente han prestado servicios al Estado, han salvado vidas y, son patriotas que sirven a su Patria y al bien común con acciones no remuneradas y, que la insensibilidad de esos politicastros tampoco tienen la sensibilidad de otorgar una medalla, ni titulo alguno. Las recompensas están reservadas para los más inútiles, para quienes cobrando y muy bien del erario publico, sirven a los intereses de partido y, no del bien común.

Vergüenza da ver como al gobierno saliente, los entrantes les concedían los más preciados collares por habernos llevado a la ruina. También muy sensibles en conceder indultos a los más indeseables de la sociedad que tanto daño han hecho; véase políticos y banqueros condenados por fechorías y, hasta presos de eta recibir la libertad por razones “humanitarias”. 

Un pueblo donde los mejores están condenados a la indiferencia, cuando no al desprecio y la vejación, mientras a lo peor de la sociedad se les conceden privilegios de todo tipo. Esa nación tiene los días contados. Los buenos, los que realmente realizan una labor ingente en beneficio de la sociedad altruistamente, se les trate con desprecio, dejaran de serlo, han perdido el reconocimiento y, les niegan los incentivos, mientras se dan a manos llenas a lo peor. Pues cada día habrá más de peor. Eso es ausencia total de justicia.

Recuerdo muchos casos en que los ciudadanos acudían a Franco como ultima instancia y, lo que los funcionarios habían denegado (si era de Justicia) Franco lo paliaba en al momento. Me gustaría poder tener la satisfacción de poder decir que hay un gobernante en este país, humano, con sentimientos, decente. Creo que moriré sin haberlo encontrado. Por que son justo lo contrario. Solo están para vivir a nuestra costa opíparamente, desangrarnos, torturarnos, ocasionándonos mucho sufrimiento y dolor. Solo quisiera uno que fuese normal, tampoco busco un santo. Pero lo más dramático es que los gobernantes son iguales de déspotas con sus pueblos, en todo el orbe. Lo cual me inclino a pensar que estamos viviendo el Apocalipsis. No hay ninguna esperanza en que uno solo pueda cambiar las cosas.

La gente de valía de este país, no cree en la justicia, sabe muy bien que hay clases y, la justicia en general solo beneficia a los de las clases más elevadas. No todos somos iguales ante la Ley. 

  

Los independentistas, pueden desafiar las leyes, la Constitución y hasta las sentencias sin que el Estado actúe. Eso si, si un patriota exhibe la bandera de su Patria, hasta puede ser multado. No es extraño que se haya eliminado el Escudo constitucional de España en la que decía: “Una, Grande y Libre”.