Estamos en vísperas de la Natividad del Señor. Una festividad que, para el alma de un católico es, la más emotiva. La que a cada vez menos personas, se le ablanda el corazón.
Para mi es muy conmovedor que, el Hijo de Dios, el Rey de reyes, pudiendo nacer en el mejor de los palacios, fuese alumbrado en un pesebre, como el más pobre de los pobres. Este acontecimiento que cambio la faz de la tierra, nos tiene que hacer vivir la Navidad, tal y como fue el evento. Sin embargo por estas fechas, es cuando más ostentación se hace, cuanto más se derrocha, dejando vacío el mensaje que nos transmite la Natividad.
Son tiempos muy difíciles los que atraviesa el mundo y, en particular nuestra bendita Patria. El hambre cada vez gana más terreno entre los desfavorecidos, pero también las enfermedades, la carencia de vivienda y, lo más importante, la carencia de valores. Esa carencia de valores, nos he retrotraído a la época de los bárbaros. Vemos como madres asesinan a sus hijos indefensos e inocentes, en sus propios vientres, animados por unos políticos(as) degenerados(as) hasta ponerse a la altura de los peores criminales de la Historia. Vemos como el amor por el dinero y, el apego por lo material lo cubre todo. Banqueros y, políticos que por su diabólica ambición, han llevado a millones de seres humanos al hambre y, la desesperación. En estas grandes urbes del primer mundo, hay imágenes e historias calcadas del tercer mundo, que a mi particularmente me aflige el alma.
Les invito a que estas Navidades, los hombre de buena voluntad, aquellos que aún no se les han corrompido el alma. Como los pastores o los Reyes Magos, hicieran con el recién nacido Salvador, dediquen una parte de su tiempo en visitar a los más pobres, enfermos, personas mayores abandonadas en sus hogares o en esos precementerios que son los asilos para los ancianos, que se acuerden de que muchos niños, necesitan sentirse niños y tener unos juguetes para desarrollar su infancia. Son tantas las necesidades que, es imposible resolver lo más elemental. Pero al menos habremos contribuido a hacer felices a muchas personas que necesitan que los dignifiquemos.
A la hora de dar, somos tan egoístas, que nos creemos pobres para predicar con la caridad. Siempre nos quejamos, comparándonos con los que más tienen y, no al revés. Siempre esperamos a que nos sobre para dar y, sabemos que con esa codicia, nunca tendremos lo suficiente para podernos dar a los demás. Nuestro Salvador, nació y vivió como el más pobre y, sin embargo entrego su vida con la peor muerte, por amor a toda la humanidad.
Podría dejarlo aquí y, que cada uno obrase conforme a conciencia. Pero no lo voy a hacer. No les voy a dar la oportunidad de que se puedan excusar. Solo a titulo de sugerencia, podrían hacer donativos a estas ong y entidades que reseñare. Muchos desde casa, con el ordenador, pueden realizar transferencias bancarias, lo importante no es dar mucho, si no que haya muchos que con un poquito, hagan un mucho.
Ahí tenemos las residencias de las Hermanitas de los Pobres que, en cada ciudad, asisten desinteresadamente a miles de ancianos sin recursos. Ellas no aceptan subvenciones de ninguna institución para no verse prostituidas por la política. Hay residencias que pasan muchas fatigas para poder alimentar a nuestros abuelos. Cajas de leche, galletas, pastas, carnes y pescados son muy bien recibidos. Y, como no! Sus donativos para la calefacción y, los muchos gastos que solo pueden abonar con dinero. Si alguien quiere contribuir puede hacerlo a la siguiente cuenta de la de Manresa si le resulta más cómodo: 2041 0063 36 0040016699
Otra sugerencia es SOS INFANCIA que, el padre Ignacio y, el seminarista Alejando, atienden en plena selva peruana, donde acogen a niños abandonados que vagan por la selva llenos de parásitos, sin prendas con que vestirse, ni medicamentos en que curarse. No debemos de dejarlos a su suerte, con esa tarea tan dura y, debemos orar para que nunca desmayen. Su numero de cuenta es 2100 1592 02 0200098501.
Para los más patriotas, pueden colaborar con la Asociación para la Defensa de EL VALLE DE LOS CAIDOS, que con su buen hacer, han hecho posible desmontar y, dar a conocer las mentiras de los enemigos de nuestro pueblo. Este conjunto monumental, es nuestro Alta de la Patria, donde se funden nuestras mejores tradiciones. El culto a Dios, la Patria y, ha cuantos dieron sus vidas por estas causas superiores. Sus donativos: 0049 1189 53 2110078190
Un pueblo donde no impera la Justicia es un pueblo muerto. Ante los desmanes, violaciones de las leyes y la propia Constitución, la corrupción, moral, económica y política de nuestros decadentes gobernantes y, políticos. Se alza la espada de esa JUSTICIA con mayúsculas, el sindicato Manos Limpias, que contra viento y marea, se alzan a dignificar la vida de nuestros compatriotas de la forma más altruista. Ese capitulo también es muy necesario y, por tanto no les podemos dejar solos y, cuando menos que puedan hacer frente a las cargas económica que supone arrancar un proceso judicial. Su número de cuenta: 0030 8112 13 0001169271
Para aquellas personas que han superado con creces su amor al prójimo y, lo extienden a esas pobres criaturas de Dios que son nuestras mascotas. Hay infinidad de Protectoras de Animales que se ven desbordadas acogiéndolos de sus desaprensivos dueños, que los abandonan en cualquier carretera. Ya no les queda otra opción que el sacrificio. Ellos también se merecen nuestra atención, porque en esta época de envilecimiento, ellos son lo más humano que puebla nuestro planeta. Los más fieles, nobles y agradecidos. En cualquier población encontrareis una donde podéis llevar un saco de pienso o hacer un donativo, si os resulta más cómodo. Podéis hacerlo a la Asociación Protectora Proyecto Gato número de cuenta: 2080-5128-08-3040005198. Ah!!! Y, muy importante!!! No compréis mascotas en las tiendas, mientras hay decenas de miles de gatos y perros abarrotando las protectoras y, que acabaran sacrificados. Ellos os darán las mayores satisfacciones.
También hay, el recurso de instituciones como Caritas, donde ejercitar la caridad. Ayuda a la Iglesia Necesitada y, tantas otras que ya os son familiares. Y, no olvidéis que muy cerca de vuestro hogar, hay alguien que necesita de unas palabras de aliento o, un pequeño presente que los haga sentir vivos.
Espero que realizando un pequeño gesto, vuestro espíritu se renueve y, podáis celebrar de verdad y en serio las más cristianas Navidades. ¡Que bien se siente uno compartiendo el bien, haciendo posible que otros hermanos vivan y sean felices. No hay nada más gratificante en la vida de un ser HUMANO. Haganme el favor de ser felices. ¡Que la Paz del Niño Dios perdure todo el año!
Precioso Emilio,
ResponderEliminarFeliz navidad y felices fiestas.
Un abrazo amigo y QDTB.
Franc Sánchez