lunes, 12 de mayo de 2014

LA INQUISICION EN HISPANOAMERICA

                                   
Uno de los episodios más negro de la historia de España; es sin lugar a dudas la Inquisición. Basta tan solo con mencionarlo para que se pongan los vellos de punta y, nos entre al cuerpo un frio tenebroso.
 En aquella España "negra"  un católico de “golpes en el pecho” te torturaba hasta la muerte de la manera más cruel y sádica.
 En América, la imagen que nos inculcaron de la inquisición, es la de indios torturados hasta la muerte por no creer en Jesucristo. Pero, ¿esto fue cierto?
Primero hay que ponerse en el momento histórico, es decir, ver la realidad de lo pasaba en aquel entonces, saber cuál era la cultura y cuál era el entorno del resto de Europa. En España la realidad es que la inquisición funcionó durante casi 350 años, y en esos años fueron ejecutadas 4.333 personas en todo el imperio.  Es más, se conoce el nombre y el motivo por el cual se enjuicio a cada uno de ellos-as, porque cada uno tuvo un proceso judicial con sus abogados, sus fiscales, etc… porque la inquisición estaba acogida a la ley, tan clásico y tan típico en la España heredera de la cultura romana.
Entonces quizá ese es el problema precisamente, que están totalmente reflejadas cuántas personas se ajusticio, cómo murieron y cómo fue todo el proceso.
Sin embargo en el resto de inquisiciones europeas (porque la inquisición no fue un fenómeno español), en Alemania, en Francia, en Inglaterra, esas 4.333 personas que ajusticiaron en España tenemos que elevarla hasta una media mínima de 100.000 personas en cada uno de esos países.
El segundo punto a recalcar es que la Inquisición en el “Nuevo Mundo”, no fue un órgano de represión religiosa. O sea, a la inquisición española le valía quien iba a misa y quien no y todo ese tipo de cuestiones religiosas. Lo que sí le importaba era el factor de estabilidad social que suponía la religión. Por ejemplo el Tribunal del Santo Oficio, nunca juzgo el adulterio, la fornicación, la homosexualidad, el robo, los crímenes; todo esto no entraba en competencias de la Inquisición.   El problema estaba en el revuelo que se formaba cuando públicamente se promulgaban ideas hereticas, entonces sí había un juicio inquisitorial y podías terminar siendo condenado.
En las inquisiciones protestantes con una media de 100.000 ejecuciones ahí sí entraba el fenómeno religioso, es decir, se mataba a la gente por no ir al “culto” (o no dar limosnas); se pasaba lista y quien no acudía a misa pues directamente se le ejecutaba como llegó a pasar en Holanda y sobre todo en Inglaterra.
El tercer punto es “la tortura”: en la serie Isabel (de TVE), la Reina Católica da orden de estabilizar sus dominios y los purpurados por los pueblos torturando a todo aquel que hable mal de la monarquía. Pues la tortura en la inquisición española prácticamente no se utilizó, olvidémonos de esas imágenes  terroríficas, de esos instrumentos llenos de pinchos y cadenas.                            Uno de esos instrumentos de tortura fue el cinturón de castidad, pero si uno piensa un poquito, científicamente si tú te pones un cinturón de castidad mueres por infección, o sea nunca pudo existir ese aparato, y muchos otros de los aparatos que se exponen en museos, como usados por la inquisición para la tortura tampoco existieron.
La inquisición española se movía dentro de los procesos penales, de modo que esos “instrumentos” de tortura no entraban en el derecho penal, pertenecían a otra esfera fuera del derecho. En la inquisición se llegaron a utilizar en contadísimas ocasiones, pero por ejemplo debía haber un médico que daba orden de paralizar cuando había peligro, no ya de muerte, sino de secuelas físicas, y en todo caso si no se obtenía confesión inculpatoria en ese proceso, automáticamente el reo era liberado.
En México en 1870, se publica el “libro rojo”, de Manuel Payno y Vicente Riva Palacio, donde se muestra cómo se falsea la historia; pues los autores afirman que es el libro de “la muerte del imperio”. En él, se revela que “no proviene de nuestra sangre indígena la tradición del sacrificio humano, sino que llegó de España”. En uno de sus dibujos se aprecian varios indígenas ejecutados, cuando en realidad las LEYES DE INDIAS prohibían que los nativos fueran enjuiciados, todas las leyes que se hicieron en relación a los nativos de América fueron para protegerlos, nunca para castigarlos.

Martin Nieto